domingo, 29 de junio de 2014

Las fobias de Moreno Valle (1)


El pacto
Por Alejandro C. Manjarrez
No se hizo el “milagro” y la vida pública vuelve al carril construido por el poder con el apoyo de los medios de comunicación masiva. Así que una vez concluido el impasse ilusorio que inspiró la participación del Tri en el Mundial de Brasil, regreso la vista a la cancha de la política donde el otro combinado, el que forman los mañosos, convenencieros, mafiosos, omisos y uno que otro ingenuo, se ha arrogado el derecho de diseñar el México que conviene a sus intereses personales y electoreros.
Puebla, SA de CV

Nos quedamos pues en que Marcelo García Almaguer se hizo cargo de la comunicación institucional del PAN. Es obvio que se trata del movimiento propio de la estrategia de Rafael Moreno Valle, amigo, guía, jefe y paradigma de una docena de poblanos (espero no haber exagerado en el número de cercanos): la sucesión del 2018.

Con esa acción que despide el hedor de la maña, Gustavo Enrique Madero Muñoz podría convertirse en el eslabón que una parte de la cadena construida por Rafael (nótese el beneficio de la duda). Me refiero al proyecto político “a perpetuidad” concebido por el propio gobernador de Puebla quien, como sabemos, ya incluyó a Martha Erika Alonso Hidalgo, su esposa, en el Consejo Nacional panista con la obvia intención de hacerla diputada federal. Y aunque estén fuera de las entrañas de Acción Nacional, tanto Luis Maldonado Venegas como Cabalán Macari Álvaro, Tony Gali Fallad, Eukid Castañón y hasta el devaluado Jorge Aguilar Chedraui son, de hecho, otros de sus operadores políticos de confianza (dos de ellos, también financieros).
El anterior es sin duda un escenario “hermoso”. Y sería “perfecto” si Marcelo el hermano imaginario de Rafael no hubiera sido incrustado en el equipo de Madero. Imagínese si al regio o güerco se le ocurre aplicar en el PAN nacional el esquema que asestó a la prensa poblana: transformaría en paráfrasis (o réquiem) las palabras de Moreno Valle, frase que soltó después de haber protestado el cargo que hoy ejerce para regodeo de los empresarios (ningún poblano) insertos en el esquema morenovallista. Dijo Moreno Valle: si llegué a ser gobernador con la prensa en contra, no la necesito para gobernar.
Con esta que podríamos llamar fobia, Rafael aisló a su gobierno de los comunicadores libres y cooptó a casi todos los propietarios de medios de comunicación. Supuso que la Puebla mediática era un circo y que por ello le resultaría mejor negociar con sus dueños. Pero le falló porque los verdaderos periodistas sacaron la casta y mostraron que están comprometidos con la sociedad, por cierto, curiosamente, también motivo de los desaires del mandatario.
Periodismo incómodo
Por esos periodistas comprometidos con el oficio, nos hemos enterado de los actos del poder que rayan en la corrupción. Por ejemplo: la obra pública que se transformó en privada (PPSs); las deuda pública disfrazada con los arrendamientos a largo plazo; las asignaciones de concesiones y contratos multimillonarios sin mediar la correspondiente licitación; la opacidad en la aplicación de la partida del Ejecutivo (compra, renta y/o arrendamiento de helicópteros, por citar un caso); el control vía gratificaciones de los diputados, los mismos que en un descuido podrían legislar para que las flatulencias del gobernador fuesen patrimonio cultural e histórico de la clase política emergente; la compra de la simpatía de los delegados (hay excepciones) a través, verbigracia, de comodatos u obsequios de parque vehicular; las compensaciones ocultas (opacidad administrativa) asignadas a los funcionarios de primer nivel; los convenios publicitarios con los medios de comunicación masiva, contratos cuya esencia trasgrede la ética comercial e incluso el estatuto electoral; la mano negra que, por citar un caso, produjo la salida del CAIP de Blanca Lilia Ibarra Cadena; el manejo de la ley para encarcelar a los líderes sociales que se oponen a las determinaciones del gobierno estatal; la presión extra judicial contra presidentes municipales que ejercen su autonomía; y otros hechos más que sería prolijo enumerar.
Escribí en la primera línea del párrafo anterior la frase: “raya en la corrupción”, basándome en la secrecía que rodea a ciertas acciones administrativas y políticas, como pudiera ser el control de los partidos, la asignación de curules, el nombramiento de candidatos, la entrega de participaciones y el manejo heterodoxo de programas asistenciales de los gobiernos federal y estatal. Aún no es tiempo de aseverar que la haya, pero tampoco lo es para garantizar que no exista. Sin embargo, el constatar cómo se oculta el fondo de las acciones de gobierno, permite suponer que la honradez como tal no existe. En fin.
Dijo William Shakespeare que ser honrado, tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil. Si el dramaturgo viviera en nuestra época, seguramente ya estaría escribiendo una comedia o tragedia sobre la política mexicana. Comedia, porque el actuar de algunos hace reír. Y tragedia, debido a que otros actúan con miedo a que se conozcan sus secretos, malaventura que adelantaría su fracaso.
Habría que agradecer a Rafael Moreno Valle su actitud hacia la prensa, pues sus acciones chambonas impulsaron al periodismo de Puebla. Vaya, hasta la política podría salir beneficiada cuando haga su efecto el abono orgánico sembrado en suelo poblano: podríamos ver los frutos sanos y sólidos que el pueblo anhela.
@replicaalex