jueves, 29 de noviembre de 2012

Puebla gobernada a contrapelo


 
Por Alejandro C. Manjarrez
No le extrañe al lector que Rafael Moreno Valle Rosas haga algunos cambios en su gobierno, más que de tipo burocrático (que los habrá sin duda), de actitudes personales. La conclusión del calderonato lo obliga a poner en acción su plan C (el A y el B ya no funcionan), mismo que podría contener algunas reglas, digamos que de sobrevivencia; a saber:
Desaparecer la soberbia como distintivo del poder político.
Negociar con los grupos de tensión y presión, la mayoría de ellos vinculados al PRI que regresó por sus fueros.
Poner en acción un nuevo método de comunicación social con miras a deshacer los entuertos que ocasionó su mala relación con la prensa local, talante que, como hemos visto, trascendió al plano nacional. En este como en otros casos está obligado a quitarse los remoquetes de represor, mismos que –dirían los aficionados a la fiesta brava– él mismo se puso… y en todo lo alto.
Necesita sacar manos, corazón y mente de los procesos electorales, con el fin de no exponerse a denuncias o señalamientos que lastimarían su orgullo y afectarían su proyecto de largo aliento. Es obvio que el PRI de Enrique Peña Nieto se va a reinventar para, entre otras intenciones, legitimar la presencia pública del nuevo Presidente de México. En esta acción, creo, entrará el rechazo a los pactos electoreros con gobernadores de oposición, en especial con los tránsfugas, como es el caso del mandatario poblano.
Manejar el dinero público de manera tal que su administración no caiga en los ilícitos u observaciones que contiene la nueva Ley General de Contabilidad Gubernamental, cuya iniciativa surgió de su amigo Felipe Calderón: tendrá que Instruir a sus asesores financieros para que eviten la tentación de validar aquello de que “hecha la ley hecha la trampa”.
Inventar algo para quitarse el sambenito de titiritero que le endilgaron quienes suponen que convirtió en marionetas del “teatro guiñol republicano”, a varios diputados, jueces y magistrados.
Como el ilusionista David Copperfield, tendría que llevar a cabo un acto de magia espectacular para hacer que “desaparezca” su influencia (mano negra o mano dura) de los partidos políticos a cuyos dirigentes sedujo o nombró mostrándoles la zanahoria del 2018 (incluido el PAN, o lo que queda de él).
Para que no se caiga de la nube en que anda, le urge bajarse antes de que lo “engañe la perjura” esa llamada política: precisa poner los pies en la tierra.
Como si fuese un trance de contrición republicana, a partir de ya deberá tomar en cuenta a la sociedad y desde luego escucharla e invitarla a opinar, sugerir y avalar las obras de su gobierno, mandato que ejerce gracias a que (chueco o derecho) así lo determinó el sufragio del pueblo.
Al inicio de esta mi reflexión (chambona, dirán los detractores cibernéticos que cobran por atacar a todo aquel que no le echa flores al góber) dije que Rafael Moreno Valle podría hacer algunos cambios en su gobierno. Mi suposición y dichos de basan en que allá en su “íntima intimidad” el tipo ha decidido NO gobernar a contrapelo, actitud que beneficiaría a la sociedad cansada del atole con el dedo… oficial.

Twitter: @replicaalex

lunes, 26 de noviembre de 2012

El discurso de un presidente disfrazado de corrupto




Por Alejandro C. Manjarrez

“Lo que escucharán ustedes, ciudadanos de esta nación e invitados de los países amigos, es la confesión de un hombre que tuvo que ponerse la máscara de la simulación; de un político que se mimetizó para poder ocupar los cargos públicos ejercidos antes de llegar a esta alta tribuna de la República, en calidad de presidente de México.
“Señoras y señores legisladores:
“Confieso ante ustedes que me disfracé de corrupto. Confieso que me puse la máscara de comerciante del poder. Confieso que mañosamente me introduje en los grupos económicos cerrados donde suele discutirse el destino del país. Confieso que acepté dádivas y establecí compromisos. Confieso que fui celestino de influyentes y poderosos. Confieso que serví de cabildero del gobierno ante los miembros de esta Soberanía a quienes, en algunos casos, tuve que corromper. Confieso que callé las injusticias que cometían los gobernantes. Confieso que encubrí a quienes tuvieron en sus manos el poder manipulándolo para su beneficio personal. Confieso que cerré los ojos ante la corrupción imperante en los mandatos a los que serví. Confieso que llegué a proteger a los delincuentes de cuello blanco. Confieso que fui omiso ante la transgresión de la ley para abrirme paso en la ruta que me condujo a ocupar este honroso cargo desde el cual, ahora lo juro por mis antepasados a quienes debo mis convicciones, serviré a la patria y combatiré sin descanso a los corruptos, la gran peste de México.
“A esas confesiones agrego otra, la última:
“Mi compromiso, mi deuda me obliga a rescatar los principios que por supervivencia burocrática me vi forzado a ocultar haciéndome pasar por uno más de los eficaces operadores políticos. Tuve que hacerlo. De lo contrario habría tenido que prescindir de mi intención y dar por concluida mi carrera política. Hubiese dejado trunco el propósito de mejorar y crear las condiciones para hacer de México un mejor país a partir de la verdad.
“Sé que la verdad es uno de los valores que estuvo ausente durante varios sexenios. Por este lamentable abandono se han cometido miles de crímenes y se ha tolerado a la delincuencia organizada.
“También sé que la mentira sustentó los proyectos políticos de quienes gobernaron al Estado mexicano. Ante ello, señores y señoras diputados, senadores, representantes del poder Judicial y miembros de la sociedad civil, los conmino a borrar el pasado (excepto cuando haya que aplicar la ley) y a poner las bases para que en nuestra nación la verdad sea eje del comportamiento de los servidores públicos, el punto de partida de los tres niveles de gobierno y los poderes de la Nación.
“Para ello les propongo legislar con el fin de que la mentira y la manipulación de la verdad se conviertan en un delito que por su penalidad no alcance fianza. En sus manos está el dar un viraje para hacer de este principio el eje rector de nuestro sistema jurídico y político.
“He leído y revisado documentos que han pasado por el escritorio presidencial. En cada uno se detalla directa o indirectamente las distintas formas de corrupción. Mis predecesores los conocieron y callaron con la idea de mantener el statu quo, la calma chicha, la ausencia de la verdad. Ninguno se atrevió a combatir la esencia de ese cáncer social porque, arguyeron, era necesario suspender las garantías individuales para poder someter a juicio a los cientos de funcionarios públicos corruptos así como a sus cómplices.
“Yo no rehúyo semejante responsabilidad y, dependiendo de los daños que causen, con el apoyo de los legisladores, me comprometo a establecer la pena de muerte para aquellos servidores públicos que traicionen al pueblo que les brindó su confianza. Si aprueban mi iniciativa, los juicios serían justos y supervisados por organismos de derechos humanos, nacionales e internacionales.
“Sólo tenemos seis años del gobierno, lapso que aprovecharemos para enjuiciar a todos los criminales que han vulnerado la hacienda pública, trastocado la tranquilidad social lesionando la credibilidad en las autoridades y, para empezar la limpia, a quienes se disfrazaron de gobernantes honestos con la intención de enriquecerse y corromper los cargos públicos que ejercieron o ejercen.
“La etapa que vivimos es la peor de nuestra historia moderna. México padece el poder de las mafias del narcotráfico; su territorio está prácticamente controlado por sicarios y narcotraficantes cuya riqueza les permite comprar conciencias, autoridades y gobernantes: es una vergüenza nacional que en pocos años sumen 70 mil los muertos y 120 mil los consignados. En este caso la pena de muerte no resolvería el problema debido a que esos delincuentes viven retándola; saben que su destino está tan bien definido que ninguno de ellos podría asegurar que llegará a viejo. La ejecución prescrita por la ley sería una medida drástica sí, pero no resolvería el problema que ha recibido muchos nombres, uno de ellos: la máquina de la muerte.
“Ante este fenómeno lo único que funcionará es la unidad popular contra cualquier tipo de delincuencia.  De ahí que mi convocatoria que baso en la verdad incluya y convoque a los poderes de la Unión para que diseñen el plan rector que habrá de servir a todas las instancias y niveles de gobierno. Se trata de emprender la campaña más intensa y larga de la historia cuyo objetivo es eliminar al crimen organizado y, al mismo tiempo, establecer los mecanismos que impidan la proliferación y existencia de células de delito.
“Una de ellas, la urgente, es la reforma educativa transexenal.
“Otra, igual de apremiante, el trabajo suficiente y bien pagado, intención que exige un programa de productividad y competitividad gubernamental, empresarial y hacendario.
“La tercera acción, también imperiosa, consistirá en profesionalizar a los cuerpos policiacos y apoyarlos en su labor mediante el diseño y puesta en operación de la investigación preventiva universal. Este plan necesariamente tiene que estar conformado por representantes de los tres niveles de gobierno y los organismos de la sociedad civil.
“La cuarta se basa en promover la cultura para que el pueblo cuente con las mejores alternativas de desarrollo personal y familiar. Esto sin escatimar ningún esfuerzo económico basado en las asignaciones y ampliaciones presupuestales para impulsar el conocimiento, la ciencia, las artes y la literatura.
“La propuesta general incluye modificar los códigos para que el Estado incaute los bienes dinero, acciones, empresas y propiedades de quienes sean confesos del delito de delincuencia organizada, incluidos el lavado de dinero y la corrupción de los funcionarios públicos. Acabaremos con los llamados delincuentes de cuello blanco. Y si ustedes así lo legislan, la riqueza proveniente del delito se aplicaría a los programas sociales del Gobierno de la República.
“A partir de hoy la transparencia será la columna que soporte al gran edificio que es el Estado mexicano.
“Como muestra del principio de transparencia que prevalecerá en mi Gobierno, le manifiesto que en este momento los aeropuertos y las carreteras están vigiladas por el ejército para que no escapen a la acción de la justicia los más de doscientos funcionarios a los cuales se les comprobaron delitos de corrupción, omisión, enriquecimiento inexplicable y connivencia con los delincuentes y asesinos que han puesto a México en el peor de los escenarios de su historia. Este operativo fue posible porque desde hace varios meses el grupo de profesionales inició sus labores con la instrucción de investigar, formar y consignar expedientes para actuar en consecuencia, cuerpo de inteligencia cuyos integrantes son profesionales de alto perfil y comprobada honestidad, a los cuales he delegado la responsabilidad del sistema de seguridad nacional.
“El poder Judicial también tendrá una profunda reforma cuya iniciativa en este momento entrego a esta Soberanía. Ha sido elaborada por hombres honestos que a pesar de haber recorrido los espacios de la judicatura y en algunos casos la magistratura y ministerio de la Ley, terminaron o han desarrollado su trabajo sin la mácula de la componenda y la corrupción.
“La banca del país se someterá a controles estrictos, tanto nacionales como internacionales, para evitar el lavado de dinero y el comercio disfrazado, acciones que permitieron la venta de armas de última generación y, por ende, los altos índices de criminalidad, nuestra vergüenza ante el mundo.
“Los sindicatos serán invitados a participar en esta nueva etapa. Pero sólo aquellas organizaciones que de manera democrática y estatutaria decidan anteponer los intereses de la patria a los controles personales basados en el caciquismo sindical.
“Señoras, señores, legisladores, jóvenes mexicanos:
“Declaro ante ustedes que como este no es un reino y menos aun un mandato divino, sólo miraremos hacia atrás cuando se trate de perseguir delitos no prescritos. Con su apoyo podré construir el parte aguas del cambio histórico de México y desapareceré la impunidad para hacer real el imperio de  la Ley.
“Decía Jesús Reyes Heroles, que es necesario salir limpios de los asuntos sucios y, de ser indispensable, lavarse con agua sucia.
“Aquí estamos todos los que queremos lavar el honor de México, aunque para ello haya que ofrendar la vida. El sufrimiento de 60 millones de pobres nos lo exige. Y el futuro de las próximas generaciones nos obliga a ser honestos a carta cabal.
Gracias.”
Twitter: @replicaalex

lunes, 19 de noviembre de 2012

El sexo y la política


Por Alejandro C. Manjarrez
Cayó el ministro Profumo e Inglaterra, la de mediados del siglo pasado, siguió su marcha.
Antes, mucho antes, el rey Enrique II le había dado vuelo a la hilacha monárquica con Dianne de Poitiers y su reinado continuó como si nada hubiera ocurrido.
La gran suripanta Ninón de Lenclos, metió bajo sus sábanas a los más ilustres personajes de la Francia del siglo xvii… y todos ellos, hasta las esposas y los jueces de aquellos entonces, se quedaron calladitos, sin protestar por los amores furtivos, que eran comunes y a veces hasta necesarios para la tranquilidad de la monarquía.
Más o menos lo mismo aconteció por estos lares cuando la Güera Rodríguez hizo circo, maroma y teatro con los políticos, incluidos Simón Bolívar, el emperador Agustín de Iturbide y Alexander von Humboldt. Todos los que sintieron la tersura de su piel, fueron conquistados por ese tacto y el enervante aroma que seguramente despedía la fémina mexicana más popular del siglo xix.
Las damas del poder
El gobierno de Bill Clinton, tuvo la marca del affaire Mónica Lewinsky, la aventurilla que puso de rodillas al sistema político estadounidense. El escándalo probó que los devaneos conyugales pueden solucionarse si se abordan con inteligencia mediática. Por ello la primera dama tuvo que representar el papel de heroína, de salvadora de la herencia de los padres de la Patria. Aguantó vara pues. Y la mentira prefabricada logró resistir la más dura de las pruebas públicas y judiciales de aquel país: el perjurio. Y la pataleta de la familia presidencial quedó como una de las anécdotas en la historia de la nación más importante del orbe.
El caso Lewinsky convirtió a sus protagonistas en personajes de best seller, popularidad editorial que las “buenas conciencias” del FBI le negaron a Marilyn Monroe, por ejemplo, inspiración de otro de los devaneos mancomunados de los hermanos Kennedy.
Al final de la jornada, Hillary Clinton fue la ganona porque sacó provecho al barullo armado por su marido. De ahí que llegara a ser primero pre candidata al gobierno de Estados Unidos y después secretaria de Estado del primer presidente de color en aquel país.
Su fama pública mejoró hasta alcanzar la definición de esposa ejemplar, patriota y mujer sufrida, solidaria y dispuesta a hacer cualquier cosa por su nación. Podría incluso ser el paradigma moderno para las mujeres que anteponen su “obligación moral” al reclamo judicial de esposa ofendida. Esto porque soportó estoica el que su marido haya sido descubierto como un presidente entusiasmado por el sexo oral, gusto que “mancilló” la tradición del despacho oval de la Casa Blanca.
El descuido
Eliot Spitzer, gobernador de Nueva York, el cliente número nueve del Emperor's Club VIP, contrató a la prostituta Ashley Youmans, mejor conocida como Ashley Alexandra Dupré. Lo paradójico es que esas oscuras negociaciones le pudieron haber ayudado a encontrar respuestas a sus dudas administrativas y/o políticas. Sin embargo, todo se le vino abajo en el momento en que el FBI metió su cuchara: cuando sus agentes investigaban la red de prostitución operada por el club citado ¡zas!, que aparece en las redes el “góber sexoso”. Eliot se había descuidado dejando las huellas que lo involucraron. Y perdió la chamba debido a los intensos llamados de su libido.
Diría cualquiera de los filósofos del pueblo, los que con sentido común suplen su falta de cultura e información:
Lo que le faltó al gringo fue la asesoría de algunos de los políticos mexicanos, los que a pesar de su ostentosa afición por las sexo servidoras nunca han tenido problemas. O de perdis una buena, honesta y sufrida amante que lo mantuviera emocionado, sexualmente activo y, en consecuencia, políticamente productivo.”
Según establece la sabiduría popular, la costumbre hace ley.
Pero hay de costumbres a costumbres.
Una de ellas, o sea el sexo en el poder, nunca podrá legislarse a pesar de ser tan común como el pedir una pizza para saciar el hambre. Ni siquiera en Puebla donde el Congreso lo haría si su Jefe se los ordena.
Eliot Spitzer queda pues como el ejemplo público de que el concepto “sexo seguro” debe incluir el condón de la discreción.
Sexo sin fronteras
¿Cuántos políticos y servidores públicos acostumbran contratar prostitutas para bajar la presión y de paso sacar provecho al afrodisiaco que produce el poder?
Supongo que casi todos debido a que el sexo opera como un calmante cuya eficacia supera al Prozac y a los ansiolíticos.
Quienes no acuden a ese digamos que mercado que va de la mano con la historia de la humanidad, es porque evitan exponerse al escrutinio de los “fisgones de palacio”. De ahí que prefieran las segundas opciones, o sea las amantes, mujeres a quienes las esposas de poderosos acostumbran catalogar como las putas de sus maridos.
Imaginemos a un gobernante agobiado por los problemas de Estado: el tipo no sabe qué hacer con equis conflicto, grupo o personaje cuyas actitudes, protestas, acciones y reacciones podrían alterar la vida de sus gobernados y hasta la de él mismo. Elude la aplicación estricta de la ley para no correr el riesgo de que lo acusen de represor o, en el mejor de los casos, de violar los derechos humanos. De repente, entre esas disquisiciones casi de Estado, el subconsciente evoca cuerpo y aroma de la mujer (u hombre, depende las inclinaciones) que alguna vez le hizo masaje y arrumacos excedidos. A la evocación le sigue la tentación y la necesidad: “¡Que me traigan a fulana!”, ordena al tiempo que se justifica: “Necesito un buen rato de sexo republicano… juarista chingao.”
Lo curioso es que después de saciar lo que mal llaman “bajos instintos”, a este hombre, que puede ser imaginario o de carne y hueso —como alguno de los que sin duda el lector o lectora conoce—, se le aclara la mente y se topa con la solución que antes no se le había ocurrido debido al exceso de trabajo y a la abundancia de problemas.
Así, a través del sexo, los grandes hombres de la historia encontraron respuestas a los problemas de Estado. Puede ser, por qué no, que hasta haya ocurrido en el momento del orgasmo (o un poquito después).
Despreocúpese y no se extrañe que muchos de los actuales gobernantes quieran salvar a sus gobiernos acudiendo al “trabajito” de la suripanta, o de la amante, o del gay, o de la compañera ocasional, o de la lesbiana, o de la novia sin inhibiciones.
En fin.
Échele un vistazo a esta liga: bit.ly/Q6naBZY también a la columna anterior.
Twitter: @replicaalex

domingo, 18 de noviembre de 2012

Peña Nieto, ¿vida de telenovela?

 
Imagen de la página de CNN (Cuarto Oscuro)


Por Alejandro C. Manjarrez
“A partir del 1 de diciembre próximo, México será menos violento y más esperanzador”. Eso dicen los priistas.
Por su parte, los panistas por ahora en el poder, se lamentan del advenimiento del nuevo régimen ya que dejarán de “mamar” de la ubre presupuestal.
El resto de los mexicanos, o sea la gran mayoría, nos preguntamos: ¿cómo será y qué hará Enrique Peña Nieto después de que reciba el poder de la República?
La lógica indica que usará su oficio político y la mano izquierda que aprendió de sus congéneres mayores cuya fama, hay que decirlo, está llena de luces y sombras. Y también de las peculiaridades que enriquecen el anecdotario nacional.
Enuncio algunas de esas sombras antes de adivinar el comportamiento que tendrá que adoptar el hombre de Atlacomulco:
El legado
Adolfo López Mateos fue un caballero con carisma e inclinaciones sexuales que lo convirtieron en el garañón presidencial. “¿Qué toca hoy, Humberto? —preguntaba al inicio de la mañana a su secretario particular—: ¿Viajes o viejas?”. Era tal su afición por las mujeres, que en la última etapa de aquel gobierno (y de su vida), don Adolfo casó por la iglesia con una bella educadora con la que tuvo dos hijos. Los que nos enteramos de la boda fue porque el padre de la hermosa mujer (le decían el “suegro de la nación”) se justificaba y a la vez presumía de su parentesco político mostrándole a quien podía la película de la boda religiosa entre López Mateos y su hija. La historia de ese gran romance es como para una novela de televisión.
José López Portillo también se dejó llevar  por el perfume de las feromonas. Como Calígula que hizo Cónsul de Bitinia a su caballo Incitatus, don José nombró secretaria del gabinete a su “yegua alegre” (así le decía). Con el deseo de que el lector valore semejante pasión, le comento que Pepe se desquitó y feo de quien le había “pedaleado alguna de sus muchas bicicletas” (el que la hace no las consiente). Ocurrió en cuanto tomó el poder. Le dijo al Procurador que denunciara y consignara a Eugenio Méndez Docurro, acusándolo de peculado; la razón: el ingeniero le había “bajado” a la más bella de las mujeres que trabajaban en la oficina de la Presidencia, cuando ésta era manejaba por él. Lo del “delito” que llevó a la cárcel a Méndez Docurro, fue un buen pretexto de la novelesca revancha amorosa presidencial, circunstancia que demostró que José, el esotérico y eficaz abogado, arribó a Los Pinos cargando un fardo de filias y fobias y, al mismo tiempo, cautivado por las mujeres agraciadas. El romance con una de ellas —por cierto de origen poblano-sajón— nada más le provocó a México el problema que terminó con la estatización de la banca.
Adolfo Ruiz Cortines tuvo otros “defectos”, los digamos que naturales en la política mexicana: al fin producto de sistema, el llamado viejo zorro puso en boga la omisión que salvó de la cárcel a los corruptos que habían sangrado al país antes de que él llegara a Los Pinos. Dijo que el escándalo hacía más daño que el pecado. Y gracias a esa su “filosofía” se libraron del encierro judicial varios burócratas e intermediarios importantes que, por poner un ejemplo, sangraron la economía de Pemex: uno de ellos vendía el petróleo al extranjero poniéndole el sobre precio que enriqueció a varios connotados colaboradores de Miguel Alemán.
A la conocida historia de Gustavo Díaz Ordaz propiciada por el “fantasma del comunismo” que una noche negra se le apareció en Los Pinos (creo que entró ocultándose entre las piernas de La Tigresa, el "triángulo negro del pecado", diría el padre Barcia), habría que agregarle su estilo pedestre contra los periodistas que lo criticaban: “enemigos del Presidente”, como les moteó su comunicador.
Qué decir de Miguel de la Madrid, el hombre austero que aborreció la crítica mediática y, por ende, nunca le cayeron bien los periodistas. Por ello puso en práctica (o autorizó) su agresiva política de comunicación diseñada para eliminar periódicos y periodistas: excepto a diez, su gobierno decidió “borrar” de la lista al resto. Lo de los crímenes de Manuel Buendía y Carlos Loret de Mola Mediz, fue el agregado negro a la fama de aquel gobierno que salpicó a todos sus integrantes, Manuel Bartlett entre ellos.
Y ya para qué abundar sobre Carlos Salinas de Gortari, el genio negro del sistema político mexicano, presidente de la República cuando la sociedad culpó al Estado de los crímenes de Luis Donaldo Colosio, Francisco Ruiz Massieu y el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Regreso a Enrique Peña Nieto
Del bagaje del priismo en el poder —del cual he mencionado algunos hechos— tendrá que eliminar lo que se parezca a ésos y otros antecedentes presidenciales. Necesita convencer a los gobernados hoy mucho más despiertos e informados gracias a la inmediatez que permiten las redes sociales. Está obligado a cortar por lo sano con el gobierno que suple, o sea el del frustrado general en jefe a quien le quedaron grandes todos los uniformes, incluido el de la paz social. ¡Ah!, y también debe cuidarse de las mujeres, y de las complicidades que ocultan los pecados, y de los malos deseos que incitan a la venganza contra periodistas, y hacer hasta lo imposible para que su vida personal y pública no sirva de argumento a otra telenovela.

Twitter: @replicaalex

domingo, 11 de noviembre de 2012

Los hombres del gobernador


Imagen de la película: All the President's Men - 1976
Por Alejandro C. Manjarrez
Mi columna “Los ‘plagios’ del gobernador” provocó cierto malestar entre el grupo que se dedica a esparcir el perfume de la lisonja por donde camina Rafael Moreno Valle Rosas. Unos la leyeron con ánimo crítico y otros lo hicieron por partes, razón por la cual no entendieron la ironía en los comentarios del columnista. Y que conste que éstos no fueron como la sátira aquella que hiere como un ramo de rosas, estilo que distinguió al poeta y humorista cervantino de origen poblano, Manuel Pérez Salazar y Venegas.
Dije al inicio de la entrega anterior:
“Si las frases políticas estuvieran sujetas a derechos de autor (copyright), Rafael Moreno Valle Rosas tendría sendas demandas por plagio. Y éste, avergonzado y montado en cólera, seguramente y con razón estaría pasándole las facturas a los genios de marketing que contrató para promover su imagen. ¿Cómo? Pues con terribles y altisonantes humillaciones, además del cese ipso facto después, claro, del certero celularazo en la chambona cabezota del plagiario primitivo (espero que no lleve el nombre de Marcelo).”
Como el lector sabe, los discursos elaborados por el propio emisor o los que manda a redactar ya sea por falta de tiempo, vocabulario, ideología o preparación, llevan una carga de conceptos nada originales debido a que el hilo negro discursivo existe desde la época de los clásicos griegos. Lo mismo pasa con las frases de campaña, criterio éste que (doy un brinco histórico generacional) expresó Eulalio Ferrer en su libro “De la lucha de clases, a la lucha de frases”. Diría la abuela de quién usted quiera y mande: “el agua caliente existe desde endenantes”.
La definición de plagio, como bien lo sabe el lector (la copio de Wikipedia porque es la digamos que universal) establece que “desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u original. Así pues, una persona comete plagio si copia o imita algo que no le pertenece y se hace pasar por el (la) autor(a) de ello. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se tipifica este delito cuando, sin uso de comillas o sin indicar explícitamente el origen, ni citar la fuente original de la información, se incluye una idea, un párrafo o una frase ajenos.”
En el caso de la frase “lo mejor está por venir” no hay un creativo original ya que forma parte de escritos bíblicos e incluso literarios y también de una que otra canción. De ahí que haya entrecomillado la palabra “plagio”.
Entre los “creativos” del marketing político que se aprovechan de la falta de información de sus clientes, resulta un hecho común el “fusil” descarado. Lo interesante o digno de aplauso es cuando, por ejemplo, con el bagaje que contiene el libro de Ferrer, elaboran frases novedosas, inteligentes o con una carga poética como la que pusieron de moda Barack Obama y Jon Favreau, su ghost writer. La novedad a que me refiero es que las palabras encajen en la originalidad, no tanto de la frase o mensaje sino la del momento y en el contexto en que se utilizan.
Aparte de Obama y Moreno Valle (vea usted cómo soy irónico al ponerlos al mismo nivel), la frase en cuestión ha sido usada por varios personajes, poetas, escritores, autores de rolas e incluso guionistas cinematográficos. Tres ejemplos:
Robert Bowning, poeta del siglo XIX que escribió: “Ven, ¡Envejece junto a mí!/ Lo mejor aún está por venir…”
Frank Sinatra, la voz, popularizó la frase con la canción que así se llama: The best is yet to come. Puede escucharla en: http://bit.ly/UCgUyL
También hay otra canción que se llama igual. La interpretan los Scorpions. Esta es la liga: http://bit.ly/ZbBDiy
Por eso y otras cosas que me reservo dije que el gobernador está obligado a exhibir a su ghost writer y, además, a jalarle las orejotas de burro por plagiar la oratoria del hombre más popular del mundo (ojo, el plagiario es su “escritor fantasma”). O para que no haya duda del ingenio y talento del equipo (he aquí la ironía) que forma parte de su staff o tanque de cerebros (a lo mejor son genios fantasmas), demandar a Barack por haberse fusilado las frases que llevan el copyright morenovallista.
Bueno también entran en ese equipo los hombres del gobernador que, permítame el ejemplo del escándalo Watergate hecho película, podrían embarrarlo con la boñiga que producen. Digo…
Twitter: @replicaalex

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Los “plagios” del gobernador



Por Alejandro C. Manjarrez
Si las frases políticas estuvieran sujetas a derechos de autor (copyright), Rafael Moreno Valle Rosas tendría sendas demandas por plagio. Y éste, avergonzado y montado en cólera, seguramente y con razón estaría pasándole las facturas a los genios de marketing que contrató para promover su imagen. ¿Cómo? Pues con terribles y altisonantes humillaciones, además del cese ipso facto después, claro, del certero celularazo en la chambona cabezota del plagiario primitivo (espero que no lleve el nombre de Marcelo).
Lo peor del imaginario pleito en las cortes internacionales, es que la contraparte del mandatario poblano sería nada menos que Barack Obama. Sí, en efecto, leyó usted bien: el ciudadano presidente de los Estados Unidos de Norte América, relecto gracias al talento profesional que le distingue, así como a su oratoria política, su think tank y desde luego a su preparación social.
Vaya follón.
Preguntará el lector por qué digo lo que acaba de leer. Bueno pues aquí van dos de las razones, digamos que las más esplendentes debido a su trascendencia y difusión. Una, la más reciente, ocurrió el pasado martes en la noche cuando Barack pronunció su discurso triunfal. Hete aquí lo que dijo:
Lo mejor está aún por venir. Si bien nuestro camino ha sido duro, aunque nuestra jornada ha sido larga, nos hemos levantado, hemos peleado por nuestro regreso, y sabemos en nuestros corazones que lo mejor está por venir para Estados Unidos”.
¿Recuerda el lector la frase? Es obvio que sí porque en Puebla durante y después de la campaña se ha repetido hasta el hartazgo.
Ahora otro de los mensajes, quizá el más “poético” dado que fue redactado por el propio presidente y Jon Favreau, su ghost writer, también conocido precisamente como “El poeta”.
Va primero el que forma parte del discurso del señor Gobernador del estado de Puebla:
“Somos personas ordinarias que si nos unimos podremos hacer cosas extraordinarias”.
Esto es lo que dijo Barack:
“Juntas, las personas corrientes pueden hacer cosas extraordinarias”.
Aquí vale acotar que los gringos mencionados (dicho el “gentilicio” con el respeto que nos merece la investidura presidencial) hicieron varios discursos dándole a cada uno cierto contenido literario, práctica que me lleva a compartir con el lector el concepto del escritor Jorge Volpi, mismo que resume las razones del éxito político del presidente afroamericano: leer cuentos y novelas “nos hace por fuerza mejores personas”. Es obvio que tanto Barack como Jon son buenos lectores de literatura.
Dicho lo anterior va la reflexión del columnista:
Por lo que hemos visto durante varias décadas y además comprobado gracias a la verborrea oficial, la mayor parte de los políticos son ajenos a la literatura. Sus lecturas se constriñen a libros utilitarios de los cuales, en el mejor de los casos, abrevan desde las estrategias políticas que utilizan, hasta la forma de actuar y presentarse ante sus gobernados. Un par de esos libros, quizá los más socorridos y también vendidos en los aparadores, son los popularísimos El arte de la guerra y Las 48 leyes del poder, ambos con el contenido de maña y maldad que permitió a los hombres del pasado remoto dominar a las sociedades que los soportaron, ya sea por temor a perder la vida, o bien esperanzados en las promesas de la existencia ultra terrenal que les compensaría su sufrido paso por el mundo.
El problema es que nuestros políticos no leen, algunos quizá por falta de tiempo y otros porque suponen que los libros muerden. También hay quienes no lo hacen debido a que dependiendo de cada cual dedican su jornada laboral a combatir o promover la corrupción en sus diversas manifestaciones… o a disfrazarla valiéndose de sus asesores financieros. Al final de cuentas los dos bandos se unen para tratar de convencernos de que ellos son los únicos capaces de resolver los graves problemas sociales de su estado o país, según el tamaño del sapo. En fin…
Una vez enterado de la tomada de pelo (debe haber leído o escuchado el discurso de Obama), el gobernador está obligado a exhibir a su ghost writer y, además, a jalarle las orejotas de burro por plagiar la oratoria del hombre más popular del mundo. O para que no haya duda del ingenio y talento del equipo que forma parte de su staff o tanque de cerebros (a lo mejor son genios fantasmas), demandar a Barack por haberse fusilado las frases que llevan el copyright morenovallista. Digo…

Twitter: @replicaalex

domingo, 4 de noviembre de 2012

Puebla, Peña y Moreno Valle


 
Por Alejandro C. Manjarrez
Se escucha en Puebla la siguiente frase supuestamente alentadora para los priistas y alarmante para el gobierno de Rafael Moreno Valle: a partir del 1 de diciembre, en Puebla cambiarán las cosas.
Los portadores de semejante esperanza cargan el pesado fardo de los agravios en su contra, tanto en el aspecto político o laboral como en aquello que involucra a la dignidad. Le traen ganas al gobernador variopinto y por ello confían e incluso anhelan que Enrique Peña Nieto se convierta en algo así como el chicote vengador.
¿Habrá cambios?
Lo más seguro es que quién sabe. Sin embargo, suponiendo que ese cambio llegara a darse, esperemos sea para bien de los poblanos que, igual que los priistas, también se quejan de haber sido perjudicados por diferentes razones, entre ellas la pérdida del trabajo y, en el mejor de los casos, la disminución de su salario o poder adquisitivo.
Lo curioso es que compensan ese tipo opiniones algunos de los empresarios (los de peso y pesos) que ven en Rafael Moreno Valle lo mejor que le ha ocurrido a Puebla. E incluya el lector a uno que otro priista de corazón y origen cuya economía o moralidad se vieron afectadas por el marinismo.
Esperemos pues al 1 de diciembre para ver cómo diablos inicia el nuevo mandato presidencial, y si los priistas poblanos tienen el apoyo de quien gobernará al país. Ya veremos. Lo peor que puede pasar es que la política recule a los tiempos idos como el que enseguida relato, pasaje del priismo de antaño que, al parecer, podría regresar por sus fueros para, dicen, meter en cintura a los mandatarios que se sienten virreyes o paridos por los dioses del Olimpo:
La historia
Al declinar la candidatura, el general Miguel Ángel Godínez, jefe del Estado Mayor de José López Portillo, argumentó ante el Presidente: “Quiero tener el honor de concluir mi gestión junto con su gobierno”.
Aquella venturosa circunstancia animó al gobernador Alfredo Toxqui para pedir a su amigo, el profesor Enrique Olivares Santana, secretario de Gobernación, que impulsara la candidatura de Marco Antonio Rojas Flores, su ahijado político. Así iba ocurrir cuando se enteró Gustavo Carvajal Moreno, presidente del CEN del PRI, quien ipso facto llamó a dos diputados federales informándoles que tendrían que ayudarle para que Guillermo Jiménez Morales, su compañero y amigo, fuera el candidato al gobierno de Puebla.
Los convocados y el líder del PRI acudieron al despacho de Bucareli con la intención de hablar con su titular, el profesor Olivares Santana. La conversación que repito de memoria se llevó a cabo en los términos que uno de los presentes me comentó:
—Señor Secretario —dijo Carvajal—, me acompañan los diputados Alfonso Zegbe Sanen y Victoriano Álvarez García, ya que tanto en Puebla como en el PRI estamos preocupados por el apoyo que ha recibido el licenciado Rojas, secretario de Finanzas del doctor Toxqui.
Rojas es un buen político y administrador con una excelente carrera en Puebla —respondió Olivares con la intención de cortar por lozano cualquier reproche—. Es un asunto concluido, estimado Presidente. Está decidido: el candidato será él.
Se hizo un pesado silencio. Las miradas de los dos diputados y el líder priista se cruzaron. Zegbe y Álvarez exigiéndole a su amigo Gustavo que fuera más enjundioso en su exposición; sin embargo, éste no dijo nada. En ese momento Victoriano alzó la voz y lanzó la amenaza que en aquellos días equivalía a un pecado político capital:
— Si queda Rojas, los diputados federales de Puebla denunciaremos al gobernador porque su gobierno ha sido el más corrupto en la historia de Puebla —mintió Victoriano.
—Además publicaremos todos los actos de corrupción del gobierno de Puebla —secundó Alfonso en el mismo tono.
Olivares Santana abrió los ojos asustado pero todavía tranquilo. Quizá esperaba semejante reacción debido a que el propio Toxqui, su amigo y cómplice político, lo había preparado. Carvajal percibió que ya estaba hecho el tamal. Se armó de valor y tartamudeando pero mostrándose amenazante terció:
—No sólo la diputación federal poblana, señor Secretario, todos los legisladores del PRI se adicionarán a la denuncia.
A Olivares Santana se le enrollaron las tripas porque se le habían alebrestado los políticos que supuestamente él controlaba. Los vio tan decididos que pidió unos minutos para consultarlo con el presidente López Portillo. Se metió en un pequeño privado desde el cual supuestamente hizo la llamada por el “teléfono rojo”. Cinco minutos después reapareció ante el trío de rebeldes a quienes se les notaba la preocupación en sus rostros sudorosos.
—Está bien diputados, Presidente. Pero tengo indicaciones de que se lleve a cabo una consulta entre los priistas poblanos para que ellos sean los que decidan quién es el candidato, si Marco Antonio Rojas o Guillermo Jiménez Morales.  Sólo les pido que cubran las formas.
Ahí acabó la reunión. Se acató la orden del Secretario y se hizo la consulta entre los sectores del PRI previamente “sensibilizados” para que su voto corporativo fuese a favor del entonces diputado federal Guillermo Jiménez Morales. En la reunión que organizó la dirigencia estatal y el delegado general para escuchar a los dirigentes sectoriales, surgió una voz disidente, la de Blas Chumacero Sánchez, líder obrero. Cuando le tocó el turno, el temido y respetado don Blas respondió enérgico con las siguientes palabras que acompañadas de un vigoroso manoteo:
— ¡Que quede constancia: el candidato de la CTM es el licenciado Marco Antonio Rojas Flores! —Y enseguida remachó con un tono de voz un poco más amigable—: No obstante, por disciplina institucional, el sector obrero que represento se adiciona a la instrucción del CEN del PRI que, supongo, responde a las indicaciones del señor presidente López Portillo.
Alfredo Toxqui fue derrotado y tanto él como Marco Antonio Rojas apechugaron la decisión que una vez tomada tuvo que disfrazarse de consulta democrática.
¿Cuál será el nuevo estilo presidencial? ¿Habrá recule para recuperar las viejas prácticas? ¿Aparecerá la mano dura para los enemigos del PRI y blanda para los priistas aunque sean pilluelos?
No desesperemos. Sólo falta días para ver quién tiene razón, si los priistas agraviados, o los empresarios antimarinistas…
Twitter: @replicaalex

jueves, 1 de noviembre de 2012

Respuesta a la carta aclaratoria de Ernesto Villanueva




Manola Álvarez Sepúlveda
En primer lugar debo manifestar que con mucho orgullo llevo el título de “señora”, pero además los de licenciada en Derecho y en Ciencias Diplomáticas de la UNAM. Que he sido catedrática por oposición en la UNAM y en la UDLA, diputada, escritora, historiadora y que en la actualidad tengo la satisfacción de ser colaboradora de este medio (e-consulta.com). Por lo anterior me atrevo a cuestionar la actuación de su “altísima y serenísima eminencia, Dr. Ernesto Villanueva”.
Cuando me refiero a que Armando Prida le heredó la presidencia de la Fundalex, desde luego no digo a que lo haya hecho por medio de un testamento, sino que lo dejó en su lugar después de cubrir los requisitos estatutarios indispensables. Por algo son amigos.
Por otro lado, debo decirle que no malinterpreto lo que resulta obvio:
Su ataque sobre la inconstitucionalidad de la ley que sostiene las demandas contra los periodistas tramitadas por el gobierno del panista Rafael Moreno Valle; su señalamientoque estas leyes son equiparables a las de los regímenes dictatoriales de América latina en el siglo pasado, y que el vocero está incapacitado para hacer demandas a nombre de funcionarios del gobierno estatalademás de su dicho sobre que esta coyuntura representa una buena oportunidad para enmendar los yerros legales y promover una Ley de Medios, produjo una reacción absurda del vocero Sergio Ramírez Robles: éste, en lugar de indignarse por sus señalamientos, dice que el gobierno estatal ve con buenos ojos la propuesta. Se dan abrazos y continúan sus arrumacos en las redes. ¿Acaso no parece un complot?
Y por último:
Respecto a su consideración de que el criterio de la libertad de expresión que sostiene la Constitución General de la República vigente, en su artículo sexto, es un concepto obsoleto de mediados del siglo pasado, le respondo:
Ya que tanto le gusta citar obras de consulta, le sugiero que lea otro autor que no sea usted, como por ejemplo: “Justicia Social Anhelo de México, del diputado constituyente José Álvarez y Álvarez de la Cadena, editado en el 2011 por el Senado de la República y la BUAP. Podrá conocer cuál fue el espíritu del constituyente respecto a la libertad de expresión y las demás garantías individuales así como de los derechos sociales contenidos en la Carta Magna.
Ahora bien, en el periódico La Jornada (31 de octubre, 2012), se planteó que en virtud de que el control de medios se salió de control, ahora se preparan 40 funcionarios para demandar a los periodistacon la idea de quitarle a Moreno Valle el costo político de  esta represiva acción.
¿No sería está otra sugerencia de “Su Eminencia?

Artículo y carta aclaratoria:

http://www.e-consulta.com/2012/index.php/2012-06-13-18-41-29/articulistas/item/prida-villanueva-y-ramirez-complot-contra-la-libertad-de-expresion

alvarezenriqueta@hotmail.com