domingo, 9 de septiembre de 2012

El bautizo de López Obrador



Por Alejandro C. Manjarrez
Si el lector busca en la historia reciente, no encontrará en México un político que parezca líder; es decir, alguien que haya hablado como tal, además de comportarse, caminar, pensar y protestar contra el statu quo partiendo de sus convicciones y el convencimiento de sus seguidores. Todo esto sin perder prestigio y popularidad.
Ahora bien si el lector es laxo en esa búsqueda, quizá descubra que abundan los digamos que conductores de voluntades, hombres y mujeres cuyo patrimonio ideológico puede ser el dinero o el poder y que, con base en estas condiciones, lograron crearse su imagen pública o incluso construir su poder fáctico. Bueno, también hallará a uno que otro cabecilla que llegó a serlo gracias, precisamente, a su estilo para corromper al resto.
Si estás alturas pensó en que Andrés Manuel López Obrador es el líder de este digamos que acertijo, tengo que decirle que no anda errado. Pero antes de hablar del famoso Peje, lo invito a echar un vistazo a los liderazgos que encontró la revista Time, ejercicio que nos permitirá, valga la expresión vernácula, medirle el agua a los camotes.
Según la revista citada, el siglo XX produjo dos decenas de líderes y revolucionarios. El medio destaca al ex primer ministro británico Winston Churchill, el viejo que afrontó con energía juvenil los problemas de la Segunda Guerra Mundial. Después menciona a Gandhi (líder indio y defensor de la no violencia) y a Mikhaíl Gorbachov (presidente de la Unión Soviética e impulsor de la Perestroika). También incluye a Lenin, David Ben-Gurion, el ayatolá Ruhollah Jomeini, Martín Luther King, Nelson Mandela, Ho Chi Minh, Juan Pablo II, Ronald Reagan, Theodore Roosevelt, Franklin Delano Roosevelt, Margaret Thatcher, Lech Walesa, el ex presidente chino Mao Zedong (de origen campesino), y hasta Hitler, este último el líder teutón que enloqueció y se llevó entre las patas a su estado mayor (nadie es perfecto). Como verá usted, brillan por su ausencia los mexicanos. No entraron en esa lista ni Madero ni Zapata ni Villa, probablemente porque uno se pasó de ingenuo y los otros dos debido a que regionalizaron su lucha.
Varios de los mencionados por el semanario de marras, consolidaron su liderazgo basándose en sus principios y desde luego en la tozudez para defenderlos y difundirlos. No se arredraron ante la adversidad. Todos lo construyeron con calma, sin la prisa que suele fomentar la desesperación. Ninguno salió de la chistera pues, menos aun de las listas de Forbes o del “horno de microondas” que ha dado fama internacional a las televisoras mexicanas empeñadas en apropiarse del destino político de su público.
Ahora el fenómeno AMLO
Como bien lo sabe el lector, López Obrador tiene enemigos poderosos, la mayoría asustados por su actitud moralizadora, los mismos que viven o ejercieron el poder confundidos por la honestidad demostrada por el tabasqueño.
“Está loco”, han dicho los burócratas influyentes.
“Es mesiánico”, han argumentado los dirigentes orgánicos.
“Búsquenle debilidades”, han ordenado los dueños sexenales de México, cuyos nombres andan en boca de todos.
 “Encuentren a un conjurado que lo corrompa y traicione”, han sugerido los políticos perversos.
Y nada, Andrés Manuel López Obrador siguió en lo suyo. Entendió que México necesitaba de alguien que fuera soñador, con características mesiánicas, con fama de honesto y por ende incorruptible, y además con la tozudez que, en su caso, funciona como el anticuerpo que le hace invulnerable a las descargas virulentas del poder.
Respetados valedores y lectores antagónicos:
El domingo 9 de septiembre de 2012, se bautizó en el zócalo de la ciudad de México, la iglesia laica de la República, el hombre que después de soportar y resistir todo tipo de embestidas, mantuvo sus principios y por ello adquirió ya el documento que lo acredita como líder nacional.
Contra ese liderazgo habrá de luchar Enrique Peña Nieto. Y lo hará a partir de que proteste como Presidente de los mexicanos, incluidos por cierto los millones de militantes de Morena más los que se acumulen, ya sea porque se afilien o bien porque simpaticen con AMLO.
Twitter: @replicaalex