jueves, 31 de mayo de 2012

AMLO en bandeja de plata


Por Alejandro C. Manjarrez
El paso de la charola que antes era un gran negocio para los hombres del dinero, hoy se ha convertido en una aventura financiera de alto riesgo. Esto porque además del dolor que implica perder dólares o pesos, existe el peligro de equivocarse de candidato y, en consecuencia, ser sujeto de la persecución del fisco o incluso de las leyes penal y mercantil, si acaso el triunfador en la elección no fue uno de los beneficiarios de sus aportaciones.
Lo que ocurrió en el entorno de Andrés Manuel López Obrador, muestra cómo reaccionan los políticos que suelen darle la vuelta a lo que los abogados llaman “confesión de parte”. Asimismo exhibe el lado flaco de los empresarios dado que entre ellos siempre habrá un Judas que los venda por una promesa cuyo pago equivale al valor de los tepalcates, que sería el precio natural si midiéramos el hecho con la vara de la honestidad moral o con la regla de la ética comercial. Aunque…
En los negocios no hay amigos”, reza la sentencia malvada.
En los asuntos de dinero hay que ser agnóstico”, recomienda la conseja del pragmatismo salvaje.
En negocios de cochinos todo es dinero y en negocios de dinero todos son cochinos”, dice el refrán popular.
En fin.
La peor parte de los convenios “secretos” siempre será para el beneficiario de ese tipo de recaudaciones que, según la costumbre, ocurren bajo la mesa o son ultra-confidenciales. Vayan dos razones como ejemplo:
Una: ya en el poder, el favorecido con el producto del “paso de charola”, tendrá que devolver el dinero –y además hacerlo con creces– valiéndose de los recursos públicos y sin que se entere la sociedad.
La otra: para cumplir con ese tipo de compromisos basados en la asignación de obras, o en contratos millonarios, o en cargos públicos importantes y en proveedurías muy productivas (promesas de “a bigote”), el que resultó “agraciado” por esos sus mecenas, en tres de estos casos deberá violentar la ley a fin de que quienes lo ayudaron resulten elegidos en concursos o asignaciones directas diseñadas ex profeso, precisamente, para corresponder favores. “Dale la vuelta a la normatividad y que Fulano se lleve el contrato”, es una de las órdenes comunes que se escuchan en los corrillos del poder.
En este supuesto colocaron o se colocó el candidato de la izquierda. De ahí que si fuese cierto que sabía lo del paso oculto y mañoso de charola, es obvio que Andrés Manuel nos estaba engañando con su auto ponderada honestidad. Ahora bien, suponiendo que el trámite fue hecho a espaldas del candidato de Morena, entonces sería peor debido a que su gente no lo respeta y por ende le ha visto la cara de tonto, condición ésta inaceptable tanto para él como para sus electores y desde luego para los ciudadanos que pretende gobernar.
De una u otra forma alguien tendrá que echarse la culpa por poner en la mesa del PRI –nada menos que en charola de plata– el prestigio de López Obrador y, en consecuencia, hasta la posible derrota electoral si partimos de que el plus de Andrés Manuel es su pregonada honestidad y rectitud.
Pronto habremos de conocer los efectos que surgirán de semejante follón y cómo va a afectar a AMLO. Ayer supimos una parte de los reflejos a bote pronto de los estrategas del PRI, acciones encauzadas a frenar el crecimiento del candidato de las izquierdas. Lo que todavía está en veremos es cómo actuará el cuarto de guerra del perredista para que su candidato no quede como tonto y su equipo de asesores financieros dejen de ser catalogados como un grupo de delincuentes electorales.
Lo más delicado para ese proyecto aún en proceso de ganar puntos, son los jóvenes que hoy se manifiestan en contra de Enrique Peña Nieto, y que mañana podrían voltear sus obuses mediáticos hacia quien hasta ayer era su paradigma.
Twitter: @replicaalex

martes, 29 de mayo de 2012

Besos de Sicilia, rasguños de Televisa



Por Alejandro C. Manjarrez
Los besos de amor-odio de Javier Sicilia y las críticas de odio sin amor contra Televisa y toda su parafernalia, han marcado con crayón rojo esta nueva etapa de la política mexicana. Y por si fuera poco, el pueblo despertó dispuesto a picar las nalgas a los dirigentes de todos los partidos políticos.
La trascendencia de ese violento pero positivo cambio, está en que se acabó la tolerancia hacia la manipulación que hasta ayer había validado la tesis del periodista y escritor español Arcadi Espada, juicio que se resume en esta su sentencia:
“El periodismo nació de la sociedad para controlar el poder. Y ahora el poder maneja al periodismo para controlar a la sociedad.”
Las consecuencias de este despertar seguramente serán positivas ya que, entre otras cosas, tienden a cambiar las prioridades de quienes han sido elegidos para gobernar. Verbigracia: cambiará el esquema de información masiva con intenciones políticas personales, estrategia que paradójicamente se paga con dinero del pueblo. También cambiará la relación del duopolio televisivo con los gobiernos estatales en beneficio, claro, de las economías de cada entidad involucrada en la promoción de personas. De igual manera cambiará el estilo de informar a la sociedad dándole claridad a la contratación y pago de propaganda y difusión de la obra pública de gobierno. Y lo mejor: cambiará la tendencia mediática de los gobernadores cuyos anhelos de poder superan el significado del prefijo ex, aspiración para la cual habían dispuesto de un porcentaje importante del presupuesto oficial con el fin de aplicarlo a la difusión de su imagen personal.
Por eso hay que aplaudir a quien o quienes de manera consciente o de pura chiripa, prendieron las mechas de –dependiendo como nos vaya en la feria– los fuegos artificiales o los polvorines sociales del país, incluido desde luego el que se conforma con los jóvenes universitarios. Y esperar impacientes y con los dedos cruzados a que los mandatarios estatales gobiernen a partir de consensos locales. Si esto último llegare a ocurrir, la sociedad ya no sería manipulada o preparada ex profeso para servirse de ella.
La otra vertiente, la roja
Pero por desventura no todo es color de rosa, diferencia cromática que me indujo a decir: debemos cruzar los dedos. Esto porque hay otros grupos cuyas expresiones van más allá de la estridencia mediática de las redes sociales. Me refiero a los que propiciaron la vergonzosa estadística que con 60 mil muertes violentas ubicó a México como un país de alto riesgo criminal y a su gobierno como una administración ineficaz para resolver este grave problema nacional.
Si, en efecto, hablo del crimen organizado que funciona como una empresa multinacional cuyo capital suma miles de millones de dólares; de la organización que se nutre de la pobreza cuyo crecimiento es exponencial; de la bola de nieve que aumenta de tamaño al ritmo del empobrecimiento de la gente; del narcotsunami al que los gobernantes han querido parar con costalitos de arena; de los grupos que cotidianamente escuchan atentos, burlones y puede ser que hasta preocupados, los propósitos de Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, augurios relativos a desaparecer el fenómeno mexicano que ha transgredido leyes y contaminado a la justicia en sus diferentes instancias.
Si como los agoreros del desastre hacemos una prospectiva basada en la lógica más que en la ciencia, concluiremos que la polarización política y social que estamos presenciando, tiene una particularidad teñida de rojo: la posible reacción del crimen organizado en contra de quienes representan lo que podríamos llamar el detonador de la moral pública; es decir, los jóvenes cuya economía familiar los mantiene lejos de los grupos que forman la veta que provee a esa “transnacional”, de sicarios en potencia, muchachos cuyo destino es la muerte por hambre (segura) o por balas (probable).
No hay de otra: hay que ir más allá de los besos del poeta Sicilia y de la reacción del war room que sirve a Televisa; confiar con los dedos cruzados para que no ocurra la reacción roja apuntada; y de pilón, que se revierta aquello de que el “poder maneja al periodismo para controlar a la sociedad.”
Twitter: @replicaalex

domingo, 27 de mayo de 2012

Pacto Televisa-Peña Nieto



Por Alejandro C. Manjarrez
No hay gobernante que se haya negado a contratar a Televisa para difundir su imagen personal con el pretexto de promocionar la obra de su gobierno. Todos lo han hecho incluidos aquellos que hoy son enemigos de la televisora, llámense candidatos, líderes camerales o dirigentes partidistas.
Y tampoco hay televisora que pueda presumir de imparcial en la difusión de la imagen de cualquier gobernante. Menos aun si sus ejecutivos le echan ojo a quien para ellos tenga las características de un buen prospecto presidencial. Los unos y las otras actúan conforme a las reglas del marketing político, técnica que varios países –incluido el nuestro– importaron de los expertos estadunidenses en cuyo currículum –a partir de John F. Kennedy– aparecen todos los presidentes gringos y un montón de aspirantes al Senado y a la Cámara de Representantes. Se trata, pues, de una costumbre cuya ventaja podría ser la transparencia con que en el vecino país se manejan los recursos públicos y privados que se destinan a este objetivo político.
Si partimos de esa, digamos que tradición, no tendríamos por qué criticar a la dupla Peña Nieto-Televisa. Sin embargo, como la diferencia entre Estados Unidos y México estriba en que acá funciona lo que está considerado como un insultante monopolio televisivo, la sociedad ha empezado a molestarse con ese tipo de prácticas de propaganda que, hay que decirlo, también son el pan nuestro de cada día del gobierno panista.
Para las televisoras de México, ni Andrés Manuel López Obrador ni Josefina Vázquez Mota, reunían las características que buscan sus expertos en mercadotecnia política con tendencia comercial. El primero porque los despreció e incluso satanizó antes y después de la elección presidencial pasada. Y la segunda debido a que, dadas las normas del PAN, nadie imaginaba que una mujer de ese partido sería la candidata al máximo cargo de la nación.
Quizá por ello Televisa escogió a Enrique Peña Nieto, como el único prospecto presidencial con el carisma y la imagen que, según sus expertos, garantizarían lo que pudo haber sido una excelente inversión siempre y cuando no hubiese existido el costo beneficio que hoy critica López Obrador.
La estrategia de marras se conoció en el año 2004 cuando los ejecutivos del consorcio que maneja Emilio Azcárraga, acordaron impulsar al hoy candidato del PRI a la Presidencia de México.
Mi dicho se basa en lo que enseñaron, declararon y hasta presumieron a medio centenar de jóvenes desde Alejandro Soberón hasta René Asizz, Luis de Llano Macedo y Pedro Torres, todos relacionados con la televisora y además conferencistas del diplomado “Entretenimiento y Sociedad”, curso que, paradójicamente, se impartió en la Ibero, plantel Santa Fe.
En esas sesiones, el representante del CIE organismo filial de Televisa y por ende relacionado con Ocesahabló del proyecto político arropado por la televisora, mismo que consistía primero en hacer gobernador a Enrique Peña Nieto, que por aquellos entonces era candidato del PRI al gobierno del Estado de México, y después llevarlo hasta donde hoy se encuentra. Todo basado en la estrategia de mercadotecnia televisiva que esto no lo dijeron pero se intuye incluía la faceta rosa del personaje. La otra digamos que paradoja, se manifiesta con el patrocinio del diplomado a cargo de Banamex y la participación de Comex y American Express, empresas que aportaron a sus conferencistas de primer nivel, mismos que compartieron cátedra con Soberón, Asizz, De Llano y Torres.
Aparte de los efectos que surjan de las razonadas (o tal vez manipuladas, ya se verá después) protestas de los jóvenes contra Televisa y su cuerpo de informadores, lo interesante está en que necesariamente tendrá que desaparecer la costumbre de usar el dinero del pueblo para campañas televisivas cuyo único objetivo sea el de impulsar al político con aspiraciones de presidente. Y esto debería ser motivo de alarma y preocupación para los gobernadores que echaron toda su carne al asador de Emilio Azcárraga Jean, entre ellos Rafael Moreno Valle, sin duda.
Twitter: @replicaalex

martes, 22 de mayo de 2012

El “debate” Lozano-Bartlett



Por Alejandro C. Manjarrez
He seguido con interés periodístico al candidato a senador de la República Javier Lozano Alarcón. Sus participaciones en la radio, en las entrevistas publicadas en periódicos y desde luego su actividad en Twitter lo muestran como un hombre inteligente y preparado. Este mi ejercicio incluye algunas de sus intervenciones como secretario del Trabajo y Previsión Social, mismas que ahí están en el archivo de YouTube, casi todas mostrándolo agresivo y contestatario.
Me interesó su trayectoria desde que participó como candidato del PRI a la diputación que no pudo obtener, y más tarde como representante del gobierno de Melquiades Morales Flores en el Distrito Federal. También supe de sus talentos e intenciones a través de Luis Banck Serrato, quien colaboró con él en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Vaya, hasta lo entrevisté para la radio (92.5 FM) siendo presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (la entrevista se realizó a la alimón con Julián de Jesús Peña).
Retrato hablado
Lozano es un tipo profesionalmente confiable a pesar de sus pasiones o defensas a ultranza de lo que cree o hacia quienes sirve. Incluso cuenta con el plus de los pianistas cuya habilidad y dominio del instrumento se basa en la dedicación, la tozudez y el estudio. Y es aquí en esta última característica donde, según mi apreciación, no encaja su estilo respondón, a veces colérico, con frecuencia despreciativo y tan vehemente que raya en la intolerancia. Sí, me refiero a la sensibilidad que siempre acompaña a los músicos, con algunas excepciones como la que Wagner, por ejemplo, carencia que éste suplió con su genialidad.
Mi aserto se basa en su aparente misoginia y bien definida gerontofobia o desprecio para las personas mayores. En el primer caso, Blanca Alcalá Ruiz podría ser una de sus “víctimas” preferidas. El segundo lo sería Josefina Vázquez Mota, a quien menospreció al decir que iba a ganar en Puebla gracias al trabajo que ha realizado Rafael Moreno Valle.  Y el tercero Manuel Bartlett Díaz. La primera y el último, sus adversarios en la lucha por el escaño senatorial. Y por aquello de las ausencias señaladas en la lucha interna por Cordero y ratificadas por él, de ganar la presidencia, la segunda podría ser su enemiga política.
Lo curioso de esta contienda electoral es que tanto Blanca como Javier y Manuel llegarán al cargo que buscan y que, allá en el Senado, podrían hasta hacerse amigos o cómplices, si por alguna extraña razón coincidieran en un pacto o concertación legislativa.
El debate y la vergüenza
Decidí hacer esta columna después de escuchar un casi debate entre Lozano y Bartlett. Javier entró al aire en el programa de Iván Mercado, y por el tono de su voz y jadeos lo noté enojado o nervioso (tal vez corría como lo acostumbra cuando decidió llamar al programa). Todas sus frases fueron articuladas con la intención de ofender al ex gobernador y también ex senador de la República: sugirió que la edad le impedía hablar con soltura y rapidez. Y le recomendó que solicitara el apoyo de sus nietos para poder acceder a la computadora y enterarse de lo que ocurre en Puebla.
En ese momento recordé lo que digo arriba, además de otros antecedentes que hablan muy bien de la educación y el sostén que permitió a Lozano llegar hasta donde está. Igual rememoré el tuit que escribió cuando obtuvo la candidatura, caracteres donde agradece a don Alberto (Peniche) su apoyo digamos que familiar. Y desde luego se me vino a la cabeza la liga política-profesional entre don Alberto y Manuel Bartlett en las Secretarías de Gobernación y de Educación Pública. De ahí el impacto que me produjo aquel casi debate que, debo decirlo, bajó de nivel debido a los insultos apuntados. Si alguien ganó fue Bartlett, pero no por decisión del respetable, sino por la descalificación del oponente cuyos golpes fueron bajos.
¿Qué esperamos los poblanos de nuestros legisladores?
He aquí la respuesta: decencia, honestidad intelectual, ética y decoro públicos, además de sumisión ante los ciudadanos, acatamiento para con el poder público, eficiencia, cordura, serenidad, nacionalismo y la inteligencia social que incluye el respeto a la diversidad que predomina en este país de jóvenes que en tres décadas o menos serán ancianos.
Cumplidos estos llamémosle requisitos, Javier Lozano Alarcón tendría derecho y razones para aspirar a ser gobernador del estado de Puebla.

Twitter: @replicaalex

domingo, 20 de mayo de 2012

Una de empresarios


Por Alejandro C. Manjarrez
Jesús Dávila Fuentes, entonces director regional del Banco del País, me dijo que los líderes empresariales de Puebla, obedecían a los verdaderos empresarios que nunca daban la cara. “Los que tú ves por ahí criticando al gobierno o a quien se deje –dijo con su estilo directo, norteño, sin pelos en la lengua pues–, son los empleados de los ricos de a de veras, los mismos que les ordenan cómo, con quién y de qué pelearse”.
Me quedé con esa idea o definición, y durante años he observado para confirmar como cierta la observación de Dávila Fuentes.
Recordando aquella confidencia se me ocurrió comparar el resultado de las últimas encuestas que presentan a Rafael Moreno Valle como un gobernante muy bien calificado. Había que medirle el agua a los camotes de la ciencia demoscópica y a partir de ello pregunté a dos que tres de los verdaderos empresarios, qué les parecía el mandatario poblano. Y como si se hubiesen puesto de acuerdo los “pelaos” –cosa que no ocurrió dado que las entrevistas fueron espaciadas y amigables–, en esencia todos coincidieron en sus respuestas.
Pero antes de comentar al lector lo que capté, argumentos que –lo confieso– a mi me sorprendieron, debo aclarar que el trabajo o negocio de los entrevistados (insisto, menos de media docena) en la actualidad producen alrededor de 20 mil empleos y han traído a Puebla varias decenas de millones de dólares. No doy nombres porque esa fue la condición para que hablaran sin tapujos y siguiendo el ejemplo del norteño que refiero en el primer párrafo: sin pelos en la lengua.
Uno me comentó que otro del gremio del dinero estaba tan preocupado ante la posibilidad de que el gobierno le cobrara –y caro– su marinismo, que para protegerse trató de juntar a varios y con su venia y firma hacer un “atento llamado” al mandatario que hasta ayer no los había pelado. En el escrito de marras ellos ponderarían su propio esfuerzo y aportación a la economía local. “La verdad es que todos le dimos la vuelta a la convocatoria porque aún no conocemos bien a Moreno Valle –me dijo–. Y también porque ni nos perjudica ni nos beneficia estar cerca o lejos de él. Finalmente es nuestro dinero el que vale… Y nuestro tema es otro: lograr que venga al estado la inversión privada y además buscar aquello que beneficie a los poblanos, coincidencia que, obvio, favorece a nuestros proyectos y propósitos”.
La opinión que acaba usted de leer coincidió con otra también a favor de Moreno Valle. Dijo el empresario (“sin careo”, fue la condición) que “mientras el gobernador haga su trabajo como lo ha venido haciendo, a la larga Puebla saldrá beneficiada”. Y agregó una paráfrasis a la frase de sir Winston Churchill, criterio que pareciera lisonjear a Rafael: “Nunca antes en tan poco tiempo habíamos visto tal ímpetu por hacer obras importantes. Lo malo es que los constructores locales se hayan quedado al margen. Pero ello resultaría explicable si considerásemos la falta de capacidad técnica de la mayoría”.
El tercero en cuestión fue más “duro”. Sin embargo, estuvo en sintonía con lo vertido por sus congéneres. Sólo agregó que si había que criticar a Moreno Valle, él lo haría por su preferencia al talento externo. Empero, a este criterio adicionó otro con la intención –así lo percibí– de compensar su crítica no obstante que era obvio que iba a contradecirse: “Lo que yo veo en el entorno del gobernador, son hombres de talento y capacidad. Es un principio para poder lograr éxito en lo que te propongas: rodearte de personas más hábiles que tú, siempre y cuando mantengas el liderazgo para que ninguno te rebase y compita contigo”.
El resto de las declaraciones va en el mismo tenor. Lo único que agrego es otra coincidencia: Fernando Manzanilla Prieto. Los cinco ponderaron sus acercamientos y trato amistoso con quien, aseguran, es la cabeza del proyecto transexenal que concibió y dirige Rafael Moreno Valle.
Como dice el clásico: ahí se los dejo de tarea.
Twitter: @replicaalex

martes, 15 de mayo de 2012

Carlos Fuentes Macías



Por Alejandro C. Manjarrez
Lo vi acompañado con Melquiades Morales Flores y Enrique Doger Guerrero, entonces gobernador del estado y rector de la Buap, respectivamente. Amenizaban la comida los cantantes de Ópera Intempore, el grupo de jóvenes talentos que acabó desintegrándose debido a la ignorancia supina de las autoridades del siguiente régimen, integrantes por cierto de la tristemente célebre “burbuja marinista”, hombres cuya cultura dependía de su oído de artillero y de su sensibilidad de nopal.
Ahí, en uno de los patios del Carolino, sentados en la mesa de honor, estaban el galardonado Carlos Fuentes y su amigo Pedro Ángel Palou, a la sazón titular de la Secretaría que años después encontrara en Rafael Moreno Valle a su eficaz verdugo burocrático. Todos festejaban el Doctorado Honoris Causa concedido al escritor por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Me acerqué con lo que en ese momento me pareció una “buena idea”: discretamente le recomendé a Melquiades solicitar la venía del escritor para que el gobierno estatal reeditara el libro que en 1997 publicó el SNTE a través del Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América: Por un progreso incluyente, se intitula.
“Dile a Palou que él se lo proponga”, respondió el mandatario. Y le pasé al secretario de Cultura el recado verbal; es decir, la propuesta que finalmente naufragó en el torrente de palabras culturales unas, otras anecdóticas y la mayor parte entre políticas y lisonjeras, frases todas disparadas por los comensales que compartían la mesa decididos a congraciarse con el galardonado. Como casi siempre ocurre, al final del ágape aparecieron por las puertas que dan al patio, decenas de personas con su libro en ristre, cada una decidida a coleccionar la firma del autor de Aura, La región más transparente, Las buenas conciencias, La muerte de Artemio Cruz, Cambio de piel y otras más igual de conocidas e importantes. Y así se acabó la fiesta.
Refiero lo anterior porque en esa ocasión percibí lo que dijo uno de los admiradores de Fuentes al enterarse de su muerte: era un hombre con una luz especial, con la energía que sólo trasmiten los elegidos por el destino, en este caso el literario.
Y sí, como uno de los elegidos murió el día del maestro, fecha que seguramente él recordaba con cariño, según lo que escribió en el libro magisterial, obra en la que (lo dice Elba Esther Gordillo en su presentación) aborda por primera vez el problema de la educación y el desarrollo en México. Es obvio que al concebir ese trabajo, Fuentes pensó en el punto de partida de su familia materna. He aquí los primeros párrafos:
“Mi abuela materna, joven viuda, obtuvo en 1921 un puesto de inspectora de escuelas en el recién inaugurado gobierno de Álvaro Obregón. Ambos –el presidente y mi abuela– eran contemporáneos y se conocían desde niños en Sonora. Para criar a sus tres hijas, huérfanas de padre –una de ellas mi madre– mi abuela pidió este empleo por necesidad, pero pronto se convirtió en convicción.
Emilia Rivas, oriunda de Álamos, Sonora:
“Yo la veo en fotografías de la época, toda vestida de negro, como entonces era el uso para la viudez. Los lutos de antaño, además, se prolongaban mucho. A veces duraban toda la vida. ¿Quién no recuerda madres, tías, abuelas, que una vez enlutadas permanecieron así para siempre?”
Silvia Lemus lleva ya, sin duda, el luto que permanecerá para siempre en su alma. No el del uso para la viudez, sino el que produce la pérdida de la energía intelectual y espiritual que la hizo vibrar, emocionarse, sorprenderse y ser aliada en las estrategias literarias de su marido.
La ahora viuda fue el eje de la vida de Carlos Fuentes. Él mismo lo escribió en la segunda “S” del alfabeto de su vida  (En esto creo, mayo 2002): “Si todas las mujeres que he querido se resumen en una sola, la única mujer que he querido para siempre las resume a todas las demás. Ellas son las estrellas. Silvia es la galaxia misma. Ella lo contiene todo. La belleza. El placer erótico pero también el simple placer de estar juntos, sentarnos a comer, dormir y despertar, caminar, viajar juntos, compartir amigos, discutir dudas, hacer planes, entender defectos, aceptar errores, amarnos incluso por lo que podría irritarnos o disgustarnos en nuestras personalidades y conductas…”
Silvia vivió con Carlos los cinco soles de la vida del escritor. Y en el último, el que fue el final de esa luminosa existencia, se renueva e inicia para ella un nuevo ciclo con la enorme responsabilidad de compilar lo que su esposo dejó inconcluso y abandonado “en un cajón, en un ropero… o en una página en blanco”, como él mismo lo escribió para recordar al hijo muerto.
Un día antes de morir se publicó en El País que Carlos Fuentes había decidido escribir un nuevo libro, el Baile del Centenario. Y mire usted lo que pudo haber sido una profecía o Déjà vu: en la víspera de su muerte, Carlos, su hijo, también hizo planes para terminar su película, publicar su libro de poemas, exponer sus cuadros y expresarse con la creatividad del artista.
Hoy, donde quiera que se encuentren padre e hijo, seguramente estarán uno frente al otro porque ambos son el espejo de sí mismos.
Habrá que volver a leerlo para no extrañar su talento.
Twitter: @replicaalex

domingo, 13 de mayo de 2012

Los mercenarios y Moreno Valle


Por Alejandro C. Manjarrez
Andrés Manuel López Obrador citó a Santa Anna con la intención de alborotar a los miembros del círculo rojo y no para hacer una semblanza histórica del “quince uñas”, apodo que le endilgaron a quien fue presidente de México once veces, nada más. Lo que hizo el Peje fue abrir el camino para después hablar sobre los excesos en el gasto de promoción personal del candidato del PRI-Verde Ecologista. Con esta referencia subió a la agenda política nacional el tema Televisa-Peña Nieto y, en consecuencia, abrió los espacios mediáticos para ser escuchado, entrevistado, criticado y satanizado.
Dejo de lado los dimes y diretes que detonó el comentado debate y las trampas del tabasqueño. Esto para poder centrarme en una de sus consecuencias, quizá la menos vista, no por lejana sino porque forma parte de la tradición política, costumbre que ahora, gracias a López Obrador, insisto, está a punto de reventar.
Espejito, espejito
Los presupuestos de comunicación social que manejan los políticos, en especial los gobernadores, han sido elaborados no para mostrarle al pueblo la obra de gobierno, sino para promocionar a nivel nacional la imagen del gobernante en turno. De ahí que no sea arriesgando afirmar que los responsables de manejar el dinero público, dieron un extraordinario brinco al pasado para, quizá sin pensarlo, adoptar el estilo puesto en boga por Joseph Goebbels, pero ahora a través de la pantalla de cristal.
No sé ni me interesa quién gane la elección presidencial. Da lo mismo Chana que Juana. Lo importante es que en este rubro México cambiará para bien debido, precisamente, a la jalada de cobija que provocaron los comentarios de señor López Obrador. Puede ser, incluso, que regresemos a los tiempos en que el oficio político se anteponía a las actitudes megalómanas que bien pueden equipararse al estilo Cenicienta, mismo que parafraseo y recuerdo al lector con uno de los pasajes del cuento: “pantallita, pantallita, ¿dime quién es el más bonito y el más visto del país?”
La maña
En el decálogo de Goebbels se lee el principio que se llama de la vulgarización.Toda propaganda debe ser popular –dijo el cabrón– adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa...”
Eso ocurrió hace tres cuartos de siglo cuando no había televisión ni existían las redes sociales que han expandido la información haciéndola inmediata. Hoy canta otro gallo, el de la sociedad que ya no se traga la propaganda política sustentada en ideas repetidas y presentadas una y otra vez desde diferentes ángulos mediáticos, convergiendo siempre sobre el mismo concepto; es decir, en el mensaje que puede ser la “maravillosa y extraordinaria eficacia” del gobernante. En estos tiempos es más difícil (por no decir imposible) que una mentira repetida hasta el hartazgo acabe convirtiéndose en verdad. En fin, gústenos o no, debido a la aportación del discurso lopezobradoriano, la maña propagandística se ha convertido en una acción de altísimo riesgo político.
La lana de las ovejas
El gobierno del estado de Puebla decidió privilegiar el presupuesto del ramo para “invertirlo” en los medios de comunicación electrónicos, en especial la televisión nacional. Vimos así cómo Televisa y TV Azteca se volvieron parte de la vida pública y personal del gobernante poblano: concesiones por aquí, obsequios por allá, contratos y pactos acullá. Y a través de la pantalla de cristal (ahora líquido o de plasma) se difundieron las “poblanerías” de nuestro mandatario, entre ellas la del 5 de Mayo, que por su espectacularidad se llevó las palmas del respetable VIP.
Estaría bien si hubiese habido coperacha de los hombres del dinero. Pero resulta mal si partimos de que la lana que se aplicó fue la del pueblo que, por cierto, ya no es el hato de ovejas pastoreadas por los empleados del “hacendado de horca y cuchillo”.
Chivo brincado, chivo pagado
Es probable que Enrique Peña Nieto libre las consecuencias del golpe a los bajos asestado por el padre de Morena. Dependerá de las acciones y respuestas de su cuarto de guerra. De lo que seguramente nunca podrá librase es del sambenito que le clavó su adversario izquierdoso al catalogarlo como producto de Televisa, circunstancia que sin duda cambiará la relación entre las televisoras y el poder político (ojo Rafael Moreno Valle). Vaya, ni siquiera funcionará la famosa talega del dinero que no deja huella; la razón: nadie se traga ya aquello de las menciones gratuitas a equis o zeta personaje de la vida política del país. Menos aún la gratuidad de las entrevistas a modo realizadas por comunicadores cuya audiencia es el mercado objetivo de los políticos.
Por todo ello, de hoy en adelante habrá que agregar a la famosa frase “chivo brincado, chivo pagado”, las palabras “comprobado” y “justificado”. Al final de cuentas el dinero es del pueblo, no de los mercenarios ni de sus víctimas a modo.

Twitter: @replicaalex

jueves, 10 de mayo de 2012

El agua de la muerte

El hartazgo político y los festejos del día de la madre me animaron a compartirles otras líneas de la novela que espera editor. Corrupción, el divino tesoro, se llama.

Alejandro C. Manjarrez


Recuerdo a mi padre con la tristeza saliéndosele por las arrugas del rostro; viéndome a través de la humedad permanente de sus ojos; hablándome con una voz apenas perceptible, cansina. Vivo con esa imagen que a veces se refleja en los hombres fraguados bajo el sol y junto a la tierra; campesinos cuyas parcelas pasaron a ser el recuerdo familiar aplastado por el acero y el hormigón o erosionadas después de que los ingenieros desviaron el agua para llevársela a las grandes ciudades.
Un día de tantos el viejo me platicó cómo el canto del cenzontle, pájaro de cuatrocientas voces, despertaba a los niños dormilones e, imitándolas, convocaba al resto de las aves para que dejaran el nido y volaran en busca del alimento de sus crías. Con un suspiro cortándole las palabras y la vista perdida en el horizonte, me dijo lo que nunca olvidaré:
“Hay que hacer algo, mijo. Tienes que evitar que la gente de razón acabe con el bosque y la poca agua que nos queda. Si puedes y Dios te da licencia, muéstrales a tus hijos las bondades de la Tierra; enséñales a escuchar la música de la naturaleza. A lo mejor a ellos les toca salvar a los árboles, a los pájaros, a los ríos y a la vida que nos permite vivir. No todo está en manos del Señor”.
Meses después de aquel coloquio que me cimbró porque fue la primera y la última vez que escuché a mi padre hablar con el corazón, llegó a la casa el Pollero Cienfuegos, también conocido como el Gavilán, el mismo que lo había introducido a Estados Unidos. Vi su cara y adiviné que traía malas nuevas. ¿Por qué? No lo supe entonces pero ahora lo entiendo como lo que fue: la energía negativa proyectada por el tipo.
“La Migra agarró a Herminio y se lo llevó dijo el hombre a mi madre sin perder su falsa y engañosa expresión de tristeza. Lo mataron a golpes. Pobrecito…”
En ese momento todo se me oscureció y escuché un canto que pudo haber sido el del cenzontle. Segundos después recuperé la conciencia y volvieron los ruidos y las voces que suplieron al canto del pájaro.
La noticia que a mi madre le había arrancado del alma un profundo quejido, coincidió con el cortejo de dos niños que justo en ese momento pasaba frente a nosotros. La gente caminaba triste y rezando entre sollozos apagados por sus mismas oraciones, rogativas que parecían cantos monocordes, tardíos, conventuales. Dos hombres cargaban cada uno de los pequeños féretros forrados de tela blanca y brillosa. El dolor que a esa edad aún no identificaba, exacerbó mi curiosidad y corrí hacia el grupo para imprudente preguntar: “¿Quiénes son los muertitos? Mi tata también se murió”, dije para justificar mi arrojo. No hubo respuesta. La madre de los difuntos, una de las tantas mujeres del Pollero, me vio como si quisiera cambiarme por su hijo muerto. Su mirada me asustó. “¿Los mataron a golpes?”, volví a preguntar. Otra vez el silencio acompañado con las miradas de reclamo, de coraje.
La procesión continuó. Era larga porque casi todo el pueblo iba en ella. Mi madre y mis hermanas nos quedamos como pedazos de palo encajados en la tierra. Nosotros también los veíamos con ojos de reclamo a no sé qué, tal vez pensando en que la muerte no hace distinciones cuando Dios te quita la licencia de vivir.
En la retaguardia del numeroso grupo caminaban parsimoniosos tres ancianos, cada uno llevando en su lomo enormes matojos de flores. El más rezagado retiró de su cara los ramos del cempasúchil, la flor que ilumina el camino al inframundo. Lo hizo para mirarnos y responder amable la pregunta que no hicimos pero que él escuchó:
“Estos chamacos fueron a nadar y se tragaron varios buches de agua venenosa —dijo aquel anciano de voz grumosa—: les dio chorrillo y vomitaron hasta que dejaron de respirar. Así que ándense con cuidado y si tienen algún reclamo háganselo saber a don Matías. Díganle que la suciedad de los cerdos de su granja nos echó a perder el río”.
El tipo sonrió dejándonos ver sus pequeños dientes amarillos y tan parejos como los granos de las mazorcas de maíz a punto de su desgrane con olote. Y continuó su camino hacia el panteón.
Decidí ir al río para comprobar si el agua venenosa tenía algún color. Ocurrió una semana después del entierro. Ahí me encontré con la señora del odio clavado en los ojos. Iba con otro de sus hijos, el llamado Odilón. Ella me vio sorprendida. Suspiró profundo antes de dejar salir de su entraña el rencor acompañado de palabras que sonaron como si fuesen uno de los truenos del cielo. Con el dolor de la amargura reflejado en su voz me soltó: “Uno de mis hijos muertos era tu hermano. Se llamaba igual que tu padre y que tú”. No comprendí la trascendencia de la revelación. Pero se me ocurrió pensar que Dios había decidido que sólo tenía que vivir un Herminio de la Cruz.

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martes, 8 de mayo de 2012

Moreno Valle, nuevo prospecto de Televisa



Por Alejandro C. Manjarrez
No hubo cruda después de la gran fiesta que llevó a cabo Rafael Moreno Valle.  Tampoco ocurrió el impasse digamos que natural, estado que se manifiesta una vez que se echó la casa por la ventana. No. Lo único que empeoró fue lo que acertadamente el mandatario denominó “estado de contrastes” refiriéndose a la entidad que gobierna.
Y vaya que Puebla es abundante en contrastes sociales, algunos de ellos reconocidos oficialmente, como es el caso de la pobreza, y otros soslayados para no alborotar –valga la metáfora– al enorme gallinero conformado por el pueblo, los políticos que no se la jugaron con Rafa, los desempleados que produjo el sello marinista y desde luego la prensa que –con “honrosas excepciones”– quedó al margen del ánimo gubernamental, incluido el de la información oficial sin privilegios ni elitismos. (Recordemos que Rafael dijo a sus íntimos, que si había ganado con la prensa local en contra, no la necesitaría para gobernar).
Escuché a Moreno Valle en una entrevista radiofónica a modo (por blandita y cordial), misma que le hizo Joaquín López Dóriga. Las preguntas (pocas por cierto) dieron pie para que el entrevistado se explayara ante el enorme auditorio del comunicador cuya técnica para mantenerse vigente podría ser la misma que usó el conde Cagliostro, o estar basada en el “secreto” que mantuvo joven al conde de Saint Germain. ¿Cuál enigma? Dicen que las mujeres jóvenes pero nadie lo sabe a ciencia cierta. Por algo que desconocemos este conde vivió más de cien años fresco, juvenil y en pleno uso de sus facultades mentales.
Lo que el viento no se llevará
El titular del poder Ejecutivo de Puebla dijo a López Dóriga, que él trabajaba para ser el mejor gobernador que haya tenido el estado, decisión inspirada en el ejemplo de su abuelo, el doctor y general del mismo nombre, cuyo gobierno sólo duró tres años (1969 a 1972). Agregó que para ello se había impuesto varias grandes metas, todas en beneficio de la sociedad, siempre dándole prioridad a los recursos públicos, precisamente para lograr ése su objetivo. Remachó con la siguiente frase que los periodistas tenemos la obligación de conservar en la memoria: “los poblanos me han dado esta extraordinaria oportunidad y el más alto honor que podría yo tener como poblano; estoy comprometido en ser el mejor gobernador en la historia del estado”.
Aparte de estos llamémosles auto cebollazos útiles para no responder a la pregunta más importante (supongo que concertada), tanto para él como para Joaquín (“¿quiere ser presidente de México?”), el comunicador le puso en bandeja de plata ésas y otras respuestas cuando destacó el hito que produjo la presencia en Puebla (tres días seguidos) del presidente Felipe Calderón, así como los espectáculos de la celebración del 5 de Mayo (López Dóriga fue uno de los invitados VIP).
El beso del “diablo”
La referencia al show permitió a Moreno Valle enviar su mensaje a través de las ondas hertzianas. Dijo que “el aniversario de la batalla del 5 de Mayo, por su importancia, representaba una oportunidad irrepetible de poder presentar a México y al mundo que Puebla es un estado de transformación; que en Puebla estamos construyendo obras importantes, trascendentes; que estamos llevando a cabo programas innovadores…”
El conductor de Televisa tocó el tema del gran espectáculo con el propósito (imagino) de detonar la explicación de las obras que hizo el gobierno para esa fecha. Una vez expuestos los pormenores, el comunicador insistió en el 2018. Y Moreno Valle se salió por peteneras dándole muletazos a ese torito manso. No adelantó vísperas pues. Sin embargo, Televisa le dio el beso del diablo, sello que lo marca como aspirante a suceder a quien resulte ganador de la contienda electoral que estamos viviendo. En fin.
Lo anterior me lleva a compartir con usted, respetado lector, esta aventurada conclusión: si Enrique Peña Nieto fue, es y seguirá siendo uno de los grandes activos del importante consorcio televisivo, por qué no Rafael Moreno Valle cuyas características se asemejan a las de famosos histriones de la empatía, como Bill Clinton, por ejemplo.
Sin que mi intención sea mojar la pólvora a los panegiristas y amanuenses del big góber, debo decir que al proyecto abortado por López Dóriga, le hace y le hará mucho daño político la mala relación que tiene Moreno Valle con la prensa poblana, la local, divergencias que cada día se fortalecen gracias, paradójicamente, a la lejanía impuesta por su gobierno, circunstancia que constituye el gran contraste agudizado por una actitud de menosprecio, talante que, perdón por la redundancia, contrasta con las propuestas y la obvia aspiración del gobernador.
Twitter: @replicaalex

domingo, 6 de mayo de 2012

“Nuevos amos de México”



Por Alejandro C. Manjarrez
Cuando Rafael Moreno Valle cruzó el escenario parecía cargar un costal lleno de nervios. Sin embargo, aun con ese fardo sobre sus hombros, el gobernador poblano caminó erguido pensando quizá en el discurso que habría de pronunciar ante el primer mandatario de la nación y frente a los invitados especiales, texto elaborado con frases y conceptos que además buscaron impresionar al respetable y, desde luego, cautivar a los millones de televidentes que vieron el show, mismos que seguramente se preguntaron: “¿y quién es ése?”.
Moreno Valle habló. Y conforme articulaba las palabras de su mensaje a la nación, se fueron deshaciendo las hebras de aquel manojo de nervios sostenidos por el mecapal invisible con el que llegó al pódium. Y también gesticuló apoyándose en la energía y en el orgullo que permite representar al poder Ejecutivo de la tierra donde hace 150 años se gestó la segunda independencia de México, la definitiva, según algunos historiadores.
Aún prevalecían en las mentes del público las imágenes del espectáculo que mostró la leyenda de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y algo de la presencia de Moreno Valle, cuando hizo su aparición Felipe Calderón Hinojosa, el presidente de México. E igual que ocurrió con don Rafael, las luces de la escenografía bañaron la tez presidencial dándole el extraño tono tropical común en “los y las” modelos de las revistas del corazón. Don Felipe habló de la patria, de las guerras (su especialidad), de la solidaridad del pueblo para enfrentar al invasor extranjero, de Ignacio Zaragoza y de la República representada por Benito Juárez. Siguiendo el ejemplo del gobernador (o al revés, vaya usted a saber), omitió la traición de los conservadores poblanos cuya frustración fue exacerbada por la derrota del ejército francés. Me refiero a los hombres y mujeres del jet set que se habían preparado para recibir al Conde Lorencez, como después lo hicieron con Maximiliano: bajo de palio, misas de acción de gracias, sendos arcos de flores y un sarao tras otro.
Los vivas atizaron el fuego del artificio de la pirotecnia.
Y empezó así la gran fiesta donde las principales estrellas fueron los extranjeros paradójicamente; o sea los nuevos invasores cuyo canto y baile es ajeno a la tradición del tambor y la chirimía, sonidos y recuerdos que seguramente excitaron a los efectivos del Ejército de Oriente.
Ah, y también se manifestó una inteligente promoción política, misma que sirvió para difundir los colores y avivar la enjundia del panismo que justamente representa Calderón, impulso mediático que –como no queriendo la cosa– ubicó a Moreno Valle en los cuernos de la luna, el satélite natural de la tierra que este 5 de Mayo, curiosamente, estuvo más cerca de nuestro planeta para, entre otros efectos, insuflar el corazón de los enamorados y acariciar el ego de los acelerados.
Ya había pasado el desfile que por seguridad presidencial se redujo a su mínima expresión popular. La historia familiar de los poblanos acababa de sufrir un sorpresivo golpe espiritual, mandoble emocional que permitió dar realce e inaugurar las grandes obras emprendidas por el mandato morenovallista apoyado por la bonhomía financiera del gobierno de Felipe Calderón. Después vino la escenificación de la batalla donde Ignacio Zaragoza derrotó al poderoso ejército francés o, para contrastar con la otra “guerra” (la que este 5 de mayo mostró nueve cadáveres colgados de un puente), con la representación de la batalla en los fuertes a cargo del ejército mexicano, salvar el prestigio del gobierno que pasó por alto las historias familiares que durante décadas han llenado de orgullo a padres, hijos y nietos, todos egresados o alumnos de las escuelas de Puebla.
Así pues, igual como lo refiere la historia, este sábado recordamos y vimos el combate que perdió Lorencez, derrota que meses más tarde produjo su relevo: fue suplido por el general Aquiles Bazaine y el mariscal Federico Forey, enviados por Napoleón III para con 40 mil hombres llevar a cabo la invasión que permitió a Maxilimiano instaurar su efímero imperio.
Si la historia es un prólogo, como sentenció Shakespeare, yo creo que los políticos, ambiciosos y voladores, deberían grabar en su agenda o en su cabezota lo que dijo Lorencez:
"Somos tan superiores… en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que desde este momento… ya soy el amo de México".
Después de ver las consecuencias de tamaña tontería o menosprecio, a lo mejor recapacitan y ponen sus ilustres pies en la tierra… o las barbas a remojar.
¿Y el debate? Ya va a empezar.
Twitter: @replicaalex

jueves, 3 de mayo de 2012

El debate de candidatos al Senado


Por Alejandro C. Manjarrez
Mariano Muñoz y su equipo de La Jungla de Mariano (página web) produjeron un “junglo debate urbano” entre los candidatos a senador. Trascribo parte de su contenido, respuestas que muestran la esencia de los quieren ser patricios de la patria. Las mismas preguntas para todos cuyas respuestas fueron diversas, en algún caso extrañas y en otros decepcionantes:
¿Podría definirnos la figura del senador en 140 caracteres?
Blanca Alcalá: “Es un personaje que tiene que legislar y presentar puntos de acuerdo que reflejen las inquietudes de la comunidad y que tiene que gestionar de manera eficiente para mejorar el entorno sobre todo de la comunidad que representa”.
Manuel Bartlett: “El senador representa a la federación y al mismo tiempo a los estados y en particular a su estado”.
Javier Lozano: “El senador es un representante del estado de la república del que es originario y en el que vive y debe velar por los intereses del Estado en el Pacto Federal”.
Víctor Hugo Islas: “Lo único que te puedo decir es que un senador representa el Pacto Federal, que representa la política internacional.”
Existe un creciente reclamo popular por desaparecer los senadores y diputados electos por representación proporcional, los plurinominales. ¿Está usted comprometido con esta petición?
Blanca: Yo estoy de acuerdo. Lo he manifestado ya desde hace muchas semanas en otras entrevistas…”
Bartlett: “Yo creo que será muy útil una vez que entre yo porque soy plurinominal también”.
Lozano: No puedes eliminarlos del todo, por una razón: porque entonces habría partidos políticos que no tendrían ningún diputado.”
Islas: “Claro que estoy de acuerdo, claro que siento que los diputados y senadores están ocupando un espacio que no les corresponde. Si esta es democracia debes de ir a ganarte el voto”.
¿Sabe cuánto gana un senador?
Blanca: “La verdad lo ignoro. No ha sido es un tema en el que me haya metido ni a la página de internet a ver eso en específico”.
Bartlett: “Recuerdo que ganaba sobre cien mil pesos mensuales, y estoy de acuerdo con López Obrador que hay que recortarlo.”
Lozano: “Mira, no sé cuánto gana un senador porque además creo que depende si eres presidente de comisión, si eres secretario, si tienes encomiendas particulares. Es lo que entiendo. No lo sé”.
Islas: “Yo creo que depende: si el senador o el diputado verdaderamente trabaja, pues el recurso se justifica”.
Si algo no le parece ¿podría volverse independiente?
Blanca: “Yo creo que hoy es importante que volvamos a recuperar el tema de las convicciones y de la congruencia. Y en la congruencia, definitivamente uno sin está militando en un partido debe mantenerse en ese partido”.
Bartlett: En principio no, porque lo importante de estar en el Congreso, es formar parte de un grupo porque lo que cuenta son las individualidades y los liderazgos y la capacidad personal de cada quien, pero el voto es lo que cuenta”.
Lozano: “Sin duda sí porque mi lealtad no puede estar a ciegas con el partido político sino con mis valores, convicciones, los principios y con la ciudadanía que en última instancia me está dando su voto y su confianza.”Islas: “Si el partido que ahora me abrió las puertas, y todos los partidos que pudieran no estar congruentes con lo que se dice y con lo que se hace, no contarán con Víctor Hugo Islas”.
Actualmente hay muchos ciudadanos desilusionados de la política y los políticos. Ninguna alternativa les convence. Incluso se liberan con los famosos mantras de a la chingada, me vale madres o no es mi pedo. ¿Cuál mantra formularía usted como contrapropuesta?
Blanca: “Yo creo que hoy tendría que ser: más y mejor política. Ese es un hecho. ¿Por qué? Porque es paradójico: por un lado efectivamente los ciudadanos cada vez rechazan más los temas políticos pero al final del día necesitamos que se involucran mucho más en los temas políticos pensando en que tienen que ver con los asuntos públicos. Eso es la política.
Bartlett: “Que esto es grave. Hay que participar, o seguirás como estás”.
Lozano: “Es participa y no dejes que otros decidan por ti. Porque finalmente de todos modos esas oposiciones, esas 500 curules de diputados y esos 128 escaños de senador se van a ocupar por alguien. Y también la de la silla presidencial.”
Islas: “Yo les diría que me den una oportunidad nuevamente. Que en lo que yo he podido no he defraudado a la gente.”
¿Sabe cuántos artículos tiene nuestra Constitución Política?
Blanca: “Te lo doy en unos minutos porque para no equivocarme lo traigo en una tarjeta”
Bartlett: “Ciento treinta y cuatro”.
Lozano: “Ciento treinta y seis”
Islas: “Ciento treinta y tres y hay algunos que son transitorios.”
En la próxima entrega el resto de este “junglo debate urbano”. Y desde luego mis comentarios.
Twitter: @replicaalex