jueves, 29 de marzo de 2012

Peña Nieto vs Moreno Valle


Por Alejandro C. Manjarrez

Entre los mensajes que circulan en la red, encontré el siguiente enviado por Alejandro Armenta Mier: “A tan sólo 24 horas de iniciar la campaña Presidencial, los priistas estamos listos para trabajar y llevar a Enrique Peña Nieto a la victoria”. Le respondí a quien es coordinador de su campaña en el estado de Puebla, que era al revés porque Peña Nieto tendría que llevar la victoria a los candidatos de ese partido. Esto porque después del manejo patrimonialista que acostumbró el PRI poblano, se produjo la desbandada que nunca imaginó ninguno de los dirigentes anteriores a Juan Carlos Lastiri. La histórica fuga de “valores” tuvo las siguientes causas:
  1. El desgaste del marinismo cuyos miembros activos manejaron al Revolucionario con el estilo de Mario Marín Torres; es decir, como si fuera un negocio o club privado
  2. La pérdida natural de los fondos oficiales y extraoficiales que sufragaban el trabajo de proselitismo, la organización y el gasto corriente que incluye salarios y prestaciones.
  3. La corta visión política que impidió a su dirigencia conservar el poco o mucho prestigio, así como mantener vigente las propuestas políticas que alientan a sus militantes, como es el caso de la lucha por sus principios, actitud que incluye comportarse como partido de oposición, algo que se olvidó.
  4. La vergonzosa entrega al gobernador poblano, actitud que también ahuyentó a los militantes que toleraron la derrota porque suponían que iban a encabezar las demandas sociales y políticas que, supuestamente, habrían de rescatar la presencia pública o popular de esa organización.
  5. La connivencia de sus dirigentes con el mandatario estatal, tratos que incluyeron el tradicional palomeo del poder y hasta la imposición de varios de los candidatos que hoy contienden por las diputaciones federales.
Estos cinco enunciados más otros que expondré conforme pasen los días, provocaron la salida de un montón de priistas (que no priistas del montón), mismos que hoy participan en otros partidos valiéndose de la experiencia que incluye las mañas y/o habilidades electorales para organizar y manejar elecciones, plus que les fue inculcado y trasmitido en seminarios diseñados ex profeso y, obvio, en el trabajo de campo. Si cuantificáramos esas destrezas estaríamos hablando del 25 por ciento de producción y competitividad en la cosecha del voto estatal, duro e indeciso.

Van cinco de esos valores:
Víctor Hugo Islas Hernández, varias veces diputado local y federal. Fue delegado general del CEN del PRI en varios estados, presidente del CDE y coordinador de campañas (una de gobernador), además de diversos procesos electorales. Contiende por el Partido Nueva Alianza (Panal) para una de las senadurías.

Enoé González Cabrera, también ex diputada y ex presidente municipal de Huauchinango, cuenta con el plus de conocer las entrañas de la acción electoral. Fue secretaria general del PRI estatal y municipal y, como Víctor Hugo, a quien acompaña en la fórmula, experta en el manejo de los intríngulis electorales.
América Soto López, ha participado en varias campañas incluidas dos en la que ella resultó electa diputada local y federal. Es una de las mujeres que dominan la teoría y tienen experiencia en la praxis política. También va por el Panal.

Marcela Jiménez Avendaño cuenta con la trayectoria profesional y partidista que la convirtió en estratega política. Ha sido candidata y posee lo que en estos tiempos es una ventaja: conoció la derrota electoral, circunstancia que hizo las veces de la enseñanza que agrega experiencia. Pertenece a un equipo de intelectuales y profesionales de la política nacional, grupo que suele dar asesorías sobre políticas públicas. El Panal la reclutó.
Luis Alberto Arriaga, ex diputado local, médico de profesión, comunicador por vocación y político por convicción, dejó el PRI “aterrado” por las prácticas caciquiles para, igual, contender por el Panal en uno de los distritos de la capital.

Agregue el lector que también emigraron a Nueva Alianza varios de los expertos en el manejo de elecciones, hoy más duchos gracias a la capacitación cibernética (cuántica, digo yo) adquirida en el pasado proceso que hizo gobernador a Rafael Moreno Valle.

Al panorama anterior, nada halagüeño para el PRI, habrá que adicionar la necesidad u obligación de Elba Esther Gordillo para conservar el registro de su partido, compromiso en el que está involucrado el mandatario de Puebla, su amigo y protegido. Y por si fueran pocos estos llamémosle nubarrones para el PRI, auméntele la participación de los panistas obligados a ganar porque contarán con el “apoyo moral” del Gobierno calderonista.
Por todo ello y algunas otras cositas más, dije que Peña Nieto tendría que llevar a la victoria a los candidatos del PRI, dicho al que agrego: lidiando con los estrategas de Moreno Valle.
¡Vaya follón!
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martes, 27 de marzo de 2012

Espionaje político, el pan nuestro…



Alejandro C. Manjarrez
Con esto de los espionajes telefónicos y los hackers y los espías y los trolls que cobran en las nóminas oficiales, uno se pregunta: ¿¡Y!?

Josefina Vázquez Mota, Mario Marín Torres, Kamel Nacif, Emilio Gamboa Patrón y los demás personajes que han sido espiados, van a pasar a la historia como los cándidos del siglo debido a que se sintieron dueños del mundo de los vivos, y se equivocaron. Esto porque para empezar ignoraban que el “Gran Hermano” nutre de información al “Ministerio de la Verdad”, cuyo trabajo es saber todo para que la camarilla gobernante controle el futuro reescribiendo el pasado con el fin de dominar el presente y construir lo que viene. Más o menos es lo que nos dice George Orwell en su novela 1984.

El ¿¡Y!? enfático del primer párrafo se debe a que nadie debe pasar por alto que para el Estado el espionaje político y la irrupción –discreta  o no– en la vida privada de los ciudadanos, es la parte medular del esquema de gobernanza o gobernabilidad basado en mantener la paz valiéndose de la “información preventiva”. Pero como los gobernados ya sabemos por dónde masca la iguana, nuestras respuestas suelen estar basadas en la chunga siempre y cuando lo indagado no pase de ser un divertido chisme. Si en vez de retozar se presenta una queja-denuncia, es porque la información obtenida por los espías resultó comprometedora para el espiado o la espiada, como es el caso de Josefina Vázquez Mota. Lo curioso de ese tipo de acciones está en que van de la mano con el morbo que despierta la posibilidad de saber quiénes fueron los “orejas” y cuáles son o cómo operaron los “pájaros en el alambre”. En la mayoría de las veces ese tipo de delitos se convierte en deleite si semejante fisgoneo pasa a ser un hecho divertido y en consecuencia perjudicial para el “Gran Hermano”.
Los hijos… desobedientes
Durante décadas los periodistas hemos sido uno de los principales objetivos para los espías cibernéticos u orejas tradicionales o chismosos asalariados. Esto porque los miembros de la estructura política del gobierno y obvio el gobernante en funciones, necesitan saber qué datos o qué información tenemos columnistas o reporteros, y quiénes nos proporcionan esos datos a veces confidenciales. La paradoja surge porque antes de que el agente termine de redactar su informe (si es que tuvo éxito en alguna de sus pesquisas), la noticia o primicia ya salió publicada debido a la inmediatez que permiten las redes sociales. Claro que hay excepciones que no se platican ni comentan y se mantienen en reserva hasta que aparecen en un periódico o una revista. Me refiero a casos escabrosos como –por citar dos ejemplos– el de Eliot Spitzer, gobernador de Nueva York, el cliente número nueve del Emperor's Club VIP, quien contrató a la prostituta Ashley Youmans, mejor conocida como Ashley Alexandra Dupré; o el de Bill Clinton cuyo affaire con Mónica Lewinsky puso de rodillas al sistema político estadounidense.
Pero no se enoje, diviértase
El contrasentido más encantador lo provoca el propio gobierno cuando su personal filtra grabaciones comprometedoras o incluso documentos confidenciales. De repente un “garganta profunda” –como el del escándalo Watergate– hace entrega o deja por ahí algún paquete o sobre con datos, voces, confidencias o revelaciones inconvenientes. La intención: destrozar la imagen o cuando menos vulnerar el prestigio del personaje involucrado con el delito, la corrupción, la traición, el escándalo sexual o bisexual, o la prebenda concesionada al amigo o amiga íntima del gobernante, entre otras corruptelas.
En Puebla, como en Nueva York, también se dan las infidencias y las filtraciones. En el primer caso gracias al desempleo que ocasionó el cambio de gobierno así como a la merma en las prestaciones de los burócratas de medio pelo para arriba. Y respecto a los datos duros producto de filtraciones, el lector sabe o se imagina que provienen del aparato federal que, por aquello de las dudas electorales, ha puesto especial cuidado en la vigilancia política, quizás porque duda de la lealtad de algunos funcionarios públicos estatales, los que privilegian otros proyectos en contra del que encabeza Felipe Calderón, tema que por escabroso e interesante habrá que seguir documentando.

Esto es pues lo que los clásicos llaman “políticamente incorrecto”. Existe el pecado. Ahí está. La misma Josefina Vázquez Mota lo ha padecido. Lo peor para ella y para su equipo es que la panista siguiera metida en esos dimes y diretes porque su ex jefe, o sea Felipe Calderón, decida no ayudarla a pesar de que el destino de ambos dependa de que el PAN conserve la Presidencia. Y aquí es donde las estructuras electorales (como la de Puebla) adquieren relevancia.

¿¡Y!?

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domingo, 25 de marzo de 2012

Fe vs fe, pueblo vs gobierno


Por Alejandro C. Manjarrez
Al ver la fe que invadió a los políticos que acudieron al estado de Guanajuato para saludar, mirar o estar cerca del Papa Benedicto XVI, tuve que preguntarme: ¿podrá la energía espiritual del Vicario de Cristo sensibilizar a los gobernantes cuyo interés suele ser ajeno a los intereses del pueblo? ¿Se hará el milagro en Rafael Moreno Valle, el mandatario que obligado por sus circunstancias ha puesto en práctica acciones laborales que lastiman a los poblanos de Puebla? ¿Recuperarán su trabajo o su poder adquisitivo los miles de ciudadanos víctimas de la persecución política-laboral, acto administrativo operado con extraordinaria eficacia por el esclarecido y nunca bien ponderado don Cabalán Macari Álvaro, cercanísimo colaborador de su paradigma y amigo Moreno Valle? ¿Las empresas poblanas de Puebla entrarán al corazón de Rafa?

Mientras las dudas expuestas agobiaban al que esto escribe, supe de varios poblanos que con gran esfuerzo económico acudieron a Guanajuato para acercarse al Papa y, en ese ambiente cuasi santificado, pedir por ellos y sus familiares que perdieron la chamba. Confiaron en que el Santo Padre de Roma intercedería ante la Virgen de Guadalupe  rogándole que iluminase a Rafael para que éste se vuelva más sensible. Me lo confió alguno de los importantes empresarios que ahí estuvieron como invitados digamos que de honor. Este mismo caballero (dicen que de la Vela Perpetua) escuchó decir a un grupo de paisanos que se acercó a saludarlo: “Venimos para rezar por quienes se quedaron sin trabajo”. También se enteró (así me lo hizo saber) que decenas de poblanos extasiados por la contagiosa fe multitudinaria, usaron la oración para solicitar –imagino que al santo Tomás Moro (el de los políticos) – se les concediese la gracia de escuchar sus ruegos para que el secretario de Hacienda autorice más dinero a Puebla, recursos que amplíen la disponibilidad del gasto corriente: “Ya no queremos que haya recortes salariales. Te pedimos, bondadoso santo de la causas de la gobernanza, que el de Puebla reciba partidas presupuestales extras que permitan al gobierno promover la imagen de nuestro extraordinario mandatario, y que ello sirva para difundir lo que ocurre en este estado de paz gobernado por un hombre que, debido quizás a la influencia de sus lecturas guerreras (Sun-tsu), todavía no encuentra la paz espiritual”.

Y mire usted lo que es la energía y sinergia del pensamiento: en esas estaban los poblanos de Puebla cuando en el espacio guanajuatense reverberó la voz del Papa, palabras que viajaron para quedarse en la gran nube de la información: “…pidámosle también (a la Virgen María) que siga acompañando y amparando a sus queridos hijos mexicanos… para que Cristo reine en sus vidas y les ayude a promover audazmente la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad".

Intuyo que a estas alturas el lector podría estar pensando en que soy un irreverente. Créame que no lo soy porque respeto todas las manifestaciones de la fe partiendo de mi propia fe en la inteligencia humana. El problema es que esta mi fe ha sido afectada por aquellos políticos cuyas actitudes van en contra de la palabra de Cristo difundida por el Papa y su pléyade de sacerdotes (borre de esta lista a los pederastas). Más aún cuando a pesar de su comportamiento, digamos que heterodoxo, los políticos en cuestión se disfrazan de católicos para aparecer sonrientes junto a Su Santidad, como pomposamente le dicen a Ratzinger modulando la voz para dar énfasis al cargo divino que le asignaron los hombres del Vaticano.

No. No soy irrespetuoso. Como cualquiera que dé importancia al compromiso inherente en los seres racionales, mi oficio u obligación es recordar su responsabilidad social a quienes no sólo la olvidan sino que a veces hasta la inventan para sentirse superiores al resto de los humanos. Esa es la intención. De mi parte no hay ni habrá ninguna señal de enemistad a pesar de que los periodistas seamos considerados por el mandatario en turno como los enemigos a los cuales tiene que derrotar o dominar para que, sumisos o abyectos, “coman de su mano” y sirvan a sus intereses a pesar de que vean cómo se manipula la política y se maniobra con la democracia para engañar a la sociedad.

Quede, pues, el mensaje del Papa Benedicto XVI como colofón a esta columna que busca sacudir la conciencia del gobernante que, según todo apunta, sigue empeñado en imponer a los poblanos el estridente sonido de sus chicharrones. Ojalá que escuche bien y asimile lo que dijo aquel que fue a saludar a Roma y a Silao: en política el éxito se logra cuando la concordia, la justicia y la solidaridad son los distintivos del Gobierno.

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jueves, 22 de marzo de 2012

5 de Mayo, ¿festejo o mojiganga?


Por Alejandro C. Manjarrez
El término mojiganga utilizado por Manuel Bartlett para definir a priori los festejos del 150 aniversario del 5 de Mayo, me ubicó en el libro de Ricardo Garibay (De vida en vida). Recordé uno de sus pasajes, mismo que enseguida repito de memoria con la intención de retratar con palabras y acciones a varios de los nuevos políticos, en especial a los conservadores cuya investidura (no su formación) los obliga a conmemorar el natalicio de Benito Juárez.
Después de leer las siguientes líneas, usted dirá si se parecen o no a don Arturo Arnáiz y Freg, el personaje aludido por Garibay:
“A ver, ¿quiénes son Oaxaca?” —preguntaba aquel terrible maestro de Historia de México, justo el día en que iniciaba su materia en la UNAM. Los oaxaqueños que nunca faltan en los planteles de educación superior, levantaban la mano orgullosos pensando en que serían objeto de alguna referencia positiva con respecto a la figura de Juárez; presumían además que don Arturo los iba a poner como ejemplo para ponderar el legado histórico del ilustre oaxaqueño, o de Porfirio Díaz, o de José Vasconcelos.
Una vez colocados junto al pizarrón aquellos que habían levantado la mano, el maestro se dirigía al grupo para con voz estentórea soltar la siguiente consigna, sin dejar de señalar a los jóvenes originarios del estado de Oaxaca:
“¡Mírenlos bien y grábense en su cabeza sus rostros! ¡Nunca permitan que alguno de estos u otros oaxaqueños llegue a ser presidente de México!”.
Vaya susto para los paisanos de Benito Juárez, de Porfirio Díaz y de José Albino Vasconcelos Calderón. Iniciaban así la carrera universitaria con espanto, sacudida que provocaba la indignación de los aludidos y de varios de sus compañeros molestos, precisamente, con la actitud del catedrático. Sobra decir que Arnáiz se ganó la fama de racista, de cabrón, no sólo en las aulas universitarias sino también en los círculos políticos.
Va otra anécdota:
Cuando el entonces presidente Echeverría y su comitiva volaban hacia Inglaterra, don Luis quiso conversar con sus invitados, varios de ellos periodistas y uno que otro intelectual como Arnáiz y Freg. Los reunió en la sala del avión y entre otras de las dudas planteadas, el mandatario les preguntó: “¿Cómo debo saludar a la reina, le doy la mano o le hago una caravana? ¿Cuál es el protocolo?”
Arnáiz tomó la palabra a bote pronto para, irónico e irrespetuoso, responder al presidente de México: “Muchachito presidente: caravana, desierto, camellos… Usted tendrá que saludar a su majestad con un reverencia”. Nos cuenta Garibay que en ese momento don Arturo fue abordado por el jefe del Estado Mayor Presidencial, y que éste atento y decente lo condujo a un privado del cual el intelectual ya no pudo salir hasta que el avión aterrizó en la Gran Bretaña.
De haber tenido injerencia en la vida cívica de México, Arturo Arnaiz y Freg hubiera organizado varias mojigangas.
Y ya que me metí al lado oscuro de los conservadores, le comparto el siguiente párrafo de La otra historia de México, obra escrita por el iconoclasta Armando Fuentes Aguirre, excelente humorista (Catón) que hace de las anécdotas una mojiganga divertida.
“Había descontento en 1870 contra Benito Juárez. Su aureola de paladín de la nación frente a la intervención extranjera se había apagado con mucha rapidez. Don Benito habría sido realmente un benemérito de la patria si después de consumado el triunfo de la República hubiera cedido el poder a otro ciudadano. Su ambición política le cerró a México el camino de la paz”.
¡Vaya afirmación!
Los obispos de éste y de los siglos anteriores (XIX y XX) asumirían como propio lo dicho por Catón. E incluso harían una fiesta como la del Bicentenario para, precisamente, divertirse como lo hacían aquellas señoras de sociedad cuando iban a hacer pipí; soltaban sonrientes y burlonas: “Ahorita vengo, voy a ver a Juárez” 
Contra esas actitudes muy propias de la gente bonita educada bajo la norma religiosa y, por ende, anti juarista, si es que no asistieron a cualesquiera de las versiones de la escuela pública, hay una frase espléndida para el recuerdo digamos que liberal y brutal para los conservadores. La escribió Víctor Hugo cuando Juárez rechazó su petición sobre el perdón de la vida a Maximiliano: “México se ha salvado por un principio y un hombre. El principio es la República, el hombre sois vosotros”. Agrego otra digamos que anécdota, a este breve recuento, ajeno por cierto a cualquier mascarada:
Ignacio Zaragoza le escribió un telegrama a Benito Juárez informándole: "Las armas nacionales se han cubierto de gloria”. Pero también le dijo que le daban ganas de quemar Puebla porque los conservadores apoyaban al invasor extranjero.
Parto, pues, de estos sucesos y recuerdos de mi memoria escritos a vuela pluma (excepto el de Catón), para decir que Manuel Bartlett Díaz tuvo razón al espetar la palabra mojiganga. Así que pensemos bien de su intención y de sus referencias discursivas: quizás llevan la carga histórica de un político que desea alertar al gobierno de Puebla, sobre el peligro que se corre si la conmemoración de los 150 años del 5 de Mayo, se convierte en un carnaval o peor, en una mojiganga.
¡Vaya tarea y responsabilidad!
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martes, 20 de marzo de 2012

Casa Puebla, sus nalgadas



Por Alejandro C. Manjarrez
“A pesar de sus múltiples y millonarias remodelaciones, todavía hay quienes recuerdan que la residencia donde hoy vive el gobernador de Puebla, le decían la ‘casa de las muñecas’. Pero no piense usted mal; así la llamaban porque el entonces gobernador Carlos I. Betancourt, destinó un cuarto especial para guardar los cientos de muñecas de trapo, porcelana, madera, pasta y sololoy que su esposa Teresita, sus dos hijas y él mismo compraron durante varios años hasta formar la valiosa colección cuyo paradero nadie conoce.”
Con este párrafo inicié la columna publicada en Síntesis hace poco menos de diez años, entrega que hoy recuerdo y adiciono otros datos inspirado en las remodelaciones que ha hecho el gobierno de Rafael Moreno Valle, incluidas las horrorosas rejas que instaló en el entorno de la residencia oficial. Hete aquí la historia
Peculado o chingadera
Betancourt (1945-1951) ordenó que su gobierno comprara el predio y construyera el inmueble. Una vez que concluyó su gestión, los agradecidos diputados emitieron el decreto por el cual el gobierno donaba la casa al ya ex gobernador. “¡Pobrecito don Carlitos!, –justificaron aquellos serviles legisladores–. No tiene dónde guardar sus muñecas”. Ante semejante preocupación, los pequeños conscriptos de la patria chica votaron por la afirmativa y obsequiaron a don Carlos la casa pagada con dinero del pueblo. ¿Peculado? Puede ser. ¿Chingadera? Sin duda.
Así empezó la historia de Casa Puebla, la propiedad que años más tarde el propio Betancourt decidió vendérsela al gobierno estatal, entonces encabezado por Alfredo Toxqui Fernández de Lara. ¿Cuánto? Lo suficiente como para construir varias casotas de muñecas y durante décadas pagar su mantenimiento. Don Alfredo le construyó el Anexo (otra casa más pequeña) para en él recibir a los visitantes distinguidos, el patilludo José López Portillo entre ellos.
La modernidad
Cuando Guillermo Jiménez Morales se convierte en el inquilino sexenal, logra que el gobierno federal ceda al del estado una parte de la zona histórica para poder ampliar la casa y construir el helipuerto en el jardín. Mariano Piña Olaya la remodela y redecora con algunos cuadros propiedad del INAH de Puebla, organismo entonces manejado por Sabino Yano Bretón, alias el manotas (¿los habrán regresado?). A Manuel Bartlett le corresponde dar al inmueble el toque señorial (Mauricio Romano es el arquitecto), quizás porque estaba pensando en la Presidencia de la República. Melquiades Morales Flores no cambia gran cosa. Y Mario Marín Torres construye el campito de fútbol para hacer del suyo un gobierno de la patada.
Si los muros de la residencia oficial tuvieran voz, ya sabríamos con detalle algunas de las anécdotas; por ejemplo: quién fue el que más juegos ganó en la mesa de billar donde los miembros del gabinete se rifaban la “posesión” de alguna o de varias de las damas edecanes… Cuánto dinero le llevó al gobernador el principal recaudador del efectivo recolectado en las cajas chicas de las dependencias oficiales… Cuál fue el mandatario que recibía a sus novias de cuya presencia y favores, obvio, no debía enterarse la primera dama... Dónde se guardaban las “botellitas de coñac” enviadas por los cuates del mandatario en funciones de garañón… Cómo, cuándo y por qué una de las “gobernadoras” hizo el intento de abandonar Casa Puebla: la señora dijo a su esposo gritándole asustada por la explosión del transformador que supuso un atentado: “¡Larguémonos de este pinche pueblo; aquí nadie nos quiere!”… Bajo qué añoso árbol se colocó el cadáver de un jefe de ayudantes asesinado por otro jefe de ayudantes… Cuántas bacanales organizaron los junior del gobierno amparándose en la discreción de la ayudantía del gobernador… En fin, si las paredes hablaran.
La moraleja
Dije arriba “horrorosas rejas”. Lo hice valiéndome de la libertad que consagra nuestra Constitución; la misma que motiva a los vecinos de la zona de los Fuertes para protestar por la intentona oficial consistente de cercar Casa Puebla; la propia que harán valer los peregrinos de Semana Santa que desde hace décadas se han instalado en el área con la intención de recordar sus tradiciones religiosas; la que me permite hacer el recuento que acaba de leer cuya intención es alertar y recordar al gobernante poblano que buena, regular o mala, él mismo está escribiendo su historia sexenal para que nosotros, los periodistas y uno que otro cronista, las rescate y publique como anécdota o reclamo. Y esto me lleva a concluir con la siguiente moraleja, mensaje, parábola o metáfora, lo que mejor cuadre al lector y al mandatario:
Los aplausos de hoy, en el mejor de los casos, mañana serán nalgadas.

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jueves, 15 de marzo de 2012

De “acosador” a acusador: UdlaP


Por Alejandro C. Manjarrez
Luis Ernesto Derbez Bautista debe haber tenido el peor de los días cuando en esta semana que concluye Ernesto Villanueva publicó en los medios nacionales un artículo-denuncia donde se revelan asuntos delicados, tanto para el rector como para sus benefactores, que también lo son de la Universidad de las Américas Puebla. Un tema sin duda lleno de aristas.
El diferendo entre el entonces director de Investigaciones Jurídicas y el titular de la rectoría de la UdlaP, inició el año pasado con algunos malos entendidos y reclamos sobre la relación del gobernador Rafael Moreno Valle y la Universidad. Finalmente se dio la renuncia de Villanueva (31 de agosto, 2011) y, aparte de varias declaraciones producto de la separación de este académico, poco después de que la autoridad universitaria lo señalara como acosador, Villanueva dijo en una de sus entrevistas lo siguiente (lo resumo):
 La persona que me acusa no es una victimaria, sino una víctima de Derbez. Ella ha sido responsable en su trabajo, con capacidad y seriedad, pero lamentablemente cayó en un juego que no es el suyo. Los ataques infames lejos de perjudicar a quienes los reciben, denigran a quien los realiza. Es indignante la manipulación como medio para intentar desacreditarme, con calumnias al peor estilo del PRI”.
Siete meses más tarde (tiempo que dedicó a preparar sus misiles) Ernesto Villanueva lanzó su artillería pesada sobre Luis Ernesto Derbez. He aquí parte de lo que publicó, firmó y afirmó en algunos medios, escrito ampliamente difundido en la red:
“Hoy, como ayer, Luis Ernesto Derbez Bautista se prepara para jugar el papel de uno de los financieros ilegales de la campaña presidencial del PAN. Lo hizo en su momento con Vicente Fox, también al margen de la ley, y lo pretende ahora con Josefina Vázquez Mota (Milenio Puebla del pasado 23 de noviembre). El modus operandi de este político ha estado amparado por el cinismo, la impunidad y la corrupción. Siempre he estado convencido de que el que afirma tiene la responsabilidad de demostrar sus afirmaciones. A los hechos aquí me remito.
“Primero. Luis Ernesto Derbez Bautista, como director del Instituto Internacional de Finanzas, con sede tanto en León, Guanajuato, como en Puebla, recibió, participó y entregó recursos a la campaña de Vicente Fox en el año 2000. En efecto, la Comisión de Fiscalización del IFE detectó, entre otras irregularidades, que el 13 de mayo del 2000 Rosa María Arand de Derbez, esposa de Luis Ernesto, hizo varios depósitos incompatibles con sus estados financieros.
“Como es público, los servicios de Derbez fueron ampliamente recompensados al ser designado, primero, secretario de Economía (puesto que ocupó de diciembre de 2000 a 2003), y enseguida, secretario de Relaciones Exteriores (donde estuvo de 2003 a 2006). No perdió el tiempo para hacer negocios personales en perjuicio del erario…”
Villanueva agrega a estos demoledores señalamientos, otras acusaciones que caen en el ámbito de la Ley Federal de Responsabilidades para los Servidores Públicos, incluso alguna de ellas en el rango de peculado puesto que, supuestamente, se trata de ilícitos cometidos en dos secretarías de Estado. El artículo de marras también contiene lo que Villanueva llama la cereza del pastel; transcribo unas líneas:
(Luis Ernesto Derbez) “…carece de cédula profesional de licenciado en economía, como se ostenta (oficio DCP/SCP/3314-AP/11-Folio 1103 de la Dirección General de Profesiones. SEP, del 3 de enero de 2012). Y su título de licenciatura es apócrifo: contiene datos que no se sustentan en los existentes en su aparente alma máter, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (revisión in situ de libro de actas y de acervo de tesis de la propia Facultad de Economía de la UASLP)…”
“En mi experiencia debo decir que es la primera vez que veo que un político involucra directamente a su familia en la comisión de ilícitos. Generalmente, acaso por guardar las formas o por resabios morales, la familia queda fuera de las prácticas de corrupción del servidor público. Algo deberían hacer el PRI y el PRD de cara a un personaje que ha roto con los umbrales de tolerancia de la corrupción, la simulación y la impunidad y que ahora está presto para ofrecer sus servicios a Josefina Vázquez Mota. ¿Este es el modelo de ética del PAN en la campaña presidencial por el cambio?”
La fama pública y académica de Ernesto Villanueva desvirtúa cualquier señalamiento sobre revanchismo o venganza entre pares. Apoyo este mi aserto en la notoriedad y prestigio del acusador. De otra manera el columnista tendría que suponer –y compartir con el lector– que detrás de semejante follón existe –como lo apunta el académico en su crítica a Derbez– algún resabio de tipo moral o laboral.
Ahí queda pues un tema cuyas referencias se pueden consultar en la red, historias que obligan a Luis Ernesto Derbez a rebatir e incluso, si procede, a denunciar a su detractor. Se trata, asimismo, de un expediente que resulta insoslayable, urgente y de obligada discusión para los universitarios y los patronos de la UdlaP.
Ya veremos de qué cuero salen más correas.
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martes, 13 de marzo de 2012

Bartlett y el complot de la mosca

Manuel Bartlett Díaz será senador de la República. Es un hecho debido a su negociación con la izquierda representada en tres partidos y desde luego a las bondades de la ley electoral. Esto que sin duda formará parte de las cosas extrañas de la política nacional, me indujo a compartir con los lectores una de las historias de mi libro Confidencias del poder, obra que ahí está en la antesala de la editorial.



Por Alejandro C. Manjarrez

“¡Gasa!”, ordenó el jefe de cirugía del Centro Médico Nacional.
Necesitaba cubrir el corte que acababa de suturar.
La enfermera instrumentista se la entregó tal y como la había sacado del sobre esterilizado.
Cuando el cirujano desplegó la banda para colocarla sobre las puntadas, vio azorado que en uno de sus dobleces estaba una mosca momificada.
— ¡Qué es esto! —gritó provocándoles un terrible susto a los médicos que lo asistían.
No hubo respuesta.
— ¿¡Qué hace esta pinche mosca aquí!? —inquirió de nuevo.
Todos se quedaron mudos. El cirujano esperó a que alguno de sus compañeros rompiera el silencio. Los miraba a través de sus pequeñas gafas. Ninguno se atrevió.
Ante semejante y justificable silencio ordenó a uno de sus asistentes:
—En cuanto termine de operar llama usted a los directores. Es urgente. También convoque al jefe de compras y al director administrativo. Esto es intolerable!!

Tres horas más tarde se llevó a cabo la reunión. El tema de la mosca unió criterios y produjo un acuerdo unánime: había que suspender la compra de ése y de otros productos del mismo fabricante. Y desde luego cambiar de proveedor.
Se enteró el representante de la industria médica y la alarma puso en acción a sus directivos y se llevó a cabo otra reunión donde la mosca momificada fue el tema.
Ninguno de los directivos de la empresa pudo asimilar que el motivo de la cancelación del jugoso contrato fuera porque uno de sus productos, en este caso la gasa, sirviera de estuche al cadáver del insecto.
—Ese es un cuento” —arguyó el principal—. Alguien les ofreció más comisión.
— ¿Cuánto nos compra el Seguro Social? —preguntó el director general de la empresa.
La respuesta del encargado de ventas acrecentó la preocupación del personal de primer nivel:
—El 60 por ciento de la producción de insumos hospitalarios.
En efecto, vendas, gasas, material para curación y casi todos los materiales que se usan en los quirófanos, figuraban en el stock médico del IMSS, la mayor parte fabricada por la industria a punto de una crisis por la mosca infiltrada.
“¿Y cómo diablos se metió ese insecto en la gasa?”, se preguntaron desde el presidente del consorcio farmacéutico hasta la secretaria que había escuchado las discusiones.
Nadie pudo responder.
Para encontrar la respuesta se comisionó a tres de los directivos. La misión: inspeccionar la planta de San Martín Texmelucan, epicentro del terremoto médico-comercial.
Al grupo no le costó trabajo descubrir que la mosca era una de los millones de insectos que se reproducían cerca del laboratorio. Ahí cerquita, en el terreno colindante, donde había miles de vacas y, en consecuencia, toneladas de excremento.
Revisaron las mallas que protegían las ventanas y descubrieron que una de ellas tenía un pequeño orificio por el cual pudo haberse metido la mosca causante del alboroto. Resuelto el misterio sólo quedaba el reclamo.
¡Ajá!, ¿y a quién hacérselo?
¿Qué autoridad había permitido la instalación de un establo en el parque industrial?
¿Qué fue primero: el ganado o la planta?

La estrategia
El asunto de la mosca llegó hasta las oficinas del holding médico.
Sin darle muchas vueltas, los ejecutivos tomaron la decisión de presentar una protesta formal ante las autoridades sanitarias y económicas de los gobiernos de México y el estatal de Puebla. Había que hacerlo rápido debido a que las pérdidas podrían sumar cientos de millones de dólares.
Manuel Bartlett, entonces gobernador de Puebla, recibió a los comisionados de aquel consorcio.
La conversación fue corta y concluyó con la advertencia que sorprendió al mandatario:
“Se resuelve de raíz el problema y se le informa al gobierno federal las causas para que revierta la decisión que nos afecta, o nuestras plantas salen inmediatamente de Puebla e incluso del país.”
Bartlett pidió una semana de tolerancia.
La comisión aceptó.
Ya a solas el gobernador puso a varios de sus colaboradores a investigar para que a la brevedad le presentaran el plan que solucionara la contrariedad. Les dijo que quería información precisa. Y advirtió que la estrategia tendría que dar resultados inmediatos y definitivos en las siguientes setenta y dos horas, ni un minuto más.
Como si fuese una operación contra el terrorismo industrial, el grupo de Bartlett se puso a trabajar para resolver el problema provocado por el subversivo y asqueroso insecto.
El rancho, las diez mil vacas y los millones de moscas pertenecían a Cirilo Vázquez Lagunes.
Hablaron con él; le ofrecieron beneficios económicos y políticos que nunca imaginó. Pero el controvertido ganadero rechazó cualquier trato con el gobierno.
“Son mis vacas, es mi rancho y pago mis impuestos —dijo cortante—. Háganle como quieran. No he violado ninguna ley, así que a mí me la pelan.”
Ante la actitud de Vázquez Lagunes, la única solución posible ubicaba al gobierno del estado en los linderos del delito, digamos que justificado. No podían expropiar por el tiempo que se llevaría el decreto y la obvia suspensión que decretaría el poder Judicial de la Federación.
Bartlett estudió con su ojo jurídico los escenarios legales y las repercusiones de tipo político. Finalmente encontró la forma: había que involucrar al gobierno federal.

El pitazo
“Llegan a ese rancho toneladas de droga”, dijo el gobernador a Lozano Gracia, procurador general de la República. Era viernes.
Al lunes siguiente la PGR puso en acción el operativo para “incautar” la propiedad y, de acuerdo con el trato telefónico, entregársela en custodia al gobierno de Puebla.
Pero como también había que detener las acciones del rebelde Cirilo Vázquez, un juez federal libró la orden de aprehensión contra el ganadero. Éste fue aprehendido en un concurrido restaurante de la Angelópolis. La causa: delitos contra la salud.
“El rancho está a su disposición gobernador. Mande a su gente para que se lo entreguemos hoy mismo”, informó el procurador a Manuel Bartlett.

La propiedad fue puesta bajo resguardo del gobierno de Puebla. Y también los cinco caballos pura sangre, y las miles de cabezas de ganado, y los millones de moscas, y los cientos de toneladas de estiércol convertido en abono.
Siguió la operación limpieza y en horas quedó resplandeciente el enorme predio.
Los caballos fueron llevados al rancho de quién sabe de quién.
Martha Gamboa Cerdán, secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología, sudó la gota gorda para poder cumplir las órdenes de su jefe. “¿Qué hago con las vacas?”, preguntó.
“Lo que usted quiera pero que desaparezcan cuanto antes”, le respondió Bartlett.
Los animales desaparecieron de manera misteriosa, sin dejar rastro.

El reportaje
Arturo Luna Silva, entonces colaborador de la revista Réplica dirigida por el que esto escribe, entrevistó al recién liberado Cirilo Vázquez (después de varios meses de juicio la Corte lo amparó y salió libre y sin cargos).
La versión de Cirilo fue demoledora:
“El gobierno me robó mis vacas y mis caballos pura sangre”, se quejó y señaló a Manuel Bartlett como el autor intelectual del “robo”.
“Es la versión del afectado —le dije a Arturo—. Sólo te falta la del gobierno.”
Luna no quiso buscarla por equis razón, pero estuvo de acuerdo para que se cumpliera ese segmento del reportaje, precisamente con las entrevistas a los personajes señalados por Cirilo como autores de, aseguró éste, un robo de Estado.

—Martha, necesito entrevistarte para que me orientes sobre un tema delicado —le dije por el teléfono a la titular de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
—Con mucho gusto —respondió atenta—. ¿Te parece bien el próximo martes? (era sábado).
Le manifesté mi acuerdo y antes de despedirnos me preguntó:
— ¿De qué se trata? Adelántame algo —pidió.
Le expliqué a grandes rasgos y se produjo un largo silencio.
—Martha, ¿estás ahí? —pregunté.
—Sí, sí, Alejandro… Oye, si quieres ahora mismo hacemos la entrevista —propuso preocupada.
Entendí que había puesto el dedo en la llaga burocrática. Se hizo la entrevista y Martha habló con reservas. No obstante, dijo parte de lo que usted leyó líneas arriba. Y así lo publicó la revista Réplica.

Genio y figura
Tiempo después Cirilo fue encarcelado de nuevo.
Y otra vez salió de la cárcel a pesar del empeño legalista de su enemigo jurado, don Fernando Gutiérrez Barrios, a la sazón gobernador de Veracruz.
Aseguraban que Cirilo se había “amarchantado” con uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
También trascendió que su poder de cooptación creció, igual que su extraña fortuna.
Se propagó el hecho de que algunos caciques veracruzanos, tan iguales como él, padecían su carácter atrabiliario y habían jurado vengarse.
Un día de tantos los periódicos informaron que Cirilo Vázquez Lagunes había sido emboscado y asesinado por sus enemigos, que por cierto tenía muchos entre sus pares, los caciques veracruzanos.

La historia de Cirilo parece un cuadro surrealista pintado con brochazos sangrientos. Entre los negros y los tonos escarlatas se alcanzan a distinguir algunos rostros de los políticos que validaron lo que dijo Álvaro Obregón basándose en la artillería de dinero. “Nadie resiste un cañonazo de 50 mil pesos”. Uno de sus enemigos poderosos, quizá el primero, fue José Antonio Zorrilla Pérez, hombre por cierto cercano a Fernando Gutiérrez Barrios. He aquí la anécdota:
El autor intelectual del crimen de Manuel Buendía decidió involucrar a Cirilo para desviar las sospechas que empezaban a merodear en el ámbito de gobierno donde se movía.
El tipo dio pistas falsas sobre la muerte del periodista.
Una de ellas apuntó hacia Vázquez Lagunes, señalamiento que, para suerte de éste, se encargaron de desvirtuar los reporteros de Excélsior, los mismos que investigaban el asesinado de Buendía Téllez Girón.
Lo curioso, lo extraño, es que a pesar de que uno y otro estaban en las antípodas de todo, tanto Bartlett como Cirilo figuraron en la lista negra de Zorrilla y de Gutiérrez Barrios.
¿Por qué? Tal vez por el proceder del secretario de Gobernación que de un plumazo desapareció a la Dirección Federal de Seguridad.

Las dudas
¿De qué pudieron platicar Bartlett y Vázquez Lagunes cuando, según éste, el entonces gobernador trató de convencerlo para que cambiara sus reses a otro corral?
¿Dialogarían sobre sus enfrentamientos con Zorrilla y Gutiérrez Barrios?
¿Hablarían de política y de economía?
Nunca lo sabremos porque uno se murió. Y para el otro, o sea Manuel Bartlett Díaz, el secreto forma parte de su prevalencia política y pública.

Remembranza feliz
Tres lustros más tarde, en abril de 2009, surgió el tema “Cirilo Vázquez”. Estábamos en Xalapa departiendo con diputados de Veracruz, convivio organizado después de la presentación del libro de mi esposa (Espionaje y contraespionaje en México).
Alguien hizo referencia al crimen de Cirilo, a su influencia política, a su estilo rijoso y “echado pa’delante”.
Ahí estaba la oportunidad y yo la aproveché tratando de provocar a Manuel Bartlett con el siguiente comentario:
—En Puebla se produjo todo un barullo por una mosca, también propiedad de Cirilo Vázquez, ¿lo recuerda?
Esta última frase sorprendió a los comensales:
“¿Una mosca propiedad de Cirilo Vázquez?”, imagino que se preguntaron dos que tres.
El ex gobernador pensó su respuesta mirándome con sus ojos de político perverso, inteligente, satisfecho, feliz.
Espantó a la mosca transformada en “torito”.
Soslayó la “metamorfosis” semántica y empezó su historia kafkiana, el relato del poder, la otra versión madurada, conveniente, difícil de comprobar:

—Cirilo había hecho de aquel rancho un centro de acopio de mariguana y de otras sustancias. Se lo comuniqué a Lozano Gracia, procurador general de la República, y éste ordenó el operativo que metió a la cárcel a ese delincuente. Lo agarraron saliendo de un restaurante. Fue todo un escándalo mediático…

Después de escuchar a quien fue gobernador de Puebla, senador de la República, secretario de Gobernación y de Educación Pública, entendí el porqué del odio jarocho que Cirilo Vázquez sentía hacia Manuel Bartlett, el político que cual judoca usó la fuerza del cacique para derrotarlo.

acmanjarrez@hotmail.com
@replicaalex

domingo, 11 de marzo de 2012

Los hombres del gobernador


Por Alejandro C. Manjarrez
Hemos escuchado y visto actuar a todos los secretarios del gabinete de Rafael Moreno Valle. Tienen su estilo en el arte de matar pulgas en su petate o colchón de agua, depende las fantasías de cada cual. Ninguno se parece al otro porque sus orígenes profesionales son distintos. Sin embargo, hay dos que tres que están en la misma frecuencia del mandatario, incluso en el arte de lanzar proyectiles disfrazados de aparatos celulares.
Es, pues, un interesante grupo cuyas características harían la delicia de cualquier guionista o director de cine: Woody Allen sería el más adecuado si considerásemos que, igual que la familia del cineasta y escritor, nuestros servidores públicos viven como burgueses porque están bien alimentados, vestidos (metrosexuales) e instalados en la cómoda y lujosa residencia que ellos compraron o, si hacemos caso a la versión oficial, pagan la renta con su modesta retribución juarista, salario por cierto mermado con el 5 por ciento que, dicen, servirá para vivir mejor.
Inicio la serie con Fernando Manzanilla Prieto, titular de la Secretaría General de Gobierno, a mi juicio el único diferente al resto ya que, no obstante su parentesco político con el gobernador, tiene lo que podríamos llamar luz propia. Y no lo dice el columnista eh; el propio Fernando lo sugirió durante la presentación del libro motivacional de Odín Dupeyrón, intervención que se antoja como su autorretrato hablado.
Al escuchar la grabación recordé la técnica de Dale Carnegie, precursor en los cursos de desarrollo personal. Esto porque habló de lo que se ha ganado el derecho de hablar, razón por la que transmitió su pensamiento para congraciarse con el público que a priori suele rechazar lo que dicen, hacen o representan los políticos. He aquí algunas de las confesiones del hombre exitoso:
Manzanilla dijo que logró su transformación personal después de haberse cuestionado sobre lo que deseaba: qué es lo que buscaba, qué podía hacerlo feliz, cuál sería el camino para encontrar el balance que permite vivir contento y con un espíritu positivo. Lo analizó y tomó la decisión.
Su primera digamos que receta, la proyectó en la frase: “lo mejor del pasado es que ya pasó”, criterio que me lleva a compartir con el lector la fórmula del mencionado Carnegie: “vive en un compartimento estanco y no te preocupes por el pasado ni tampoco por lo que habrá de suceder”. O sea, disfruta el día y manda al carajo lo que ocurrió ayer, experiencias que pueden hacer las veces de lastre. Dale Carnegie nunca habló de la historia dado que su formación lo mantuvo ajeno a esta circunstancia que el tiempo ha convertido en una de las fallas notables en la técnica de autoayuda, lo cual también es una lección insoslayable: si no conoces la historia estás condenado a repetirla, diría el clásico. Lo bueno es que Fernando tiene interés e incluso promueve el rescate y difusión de la historia.
Otra de las confesiones del secretario fue la siguiente: dijo que hace dos años no sólo no pensaba en regresar a la política sino que se había prometido nunca más ubicarse en este escenario. Empero, lo hizo consciente de que el día a día se construye con las decisiones que se toman a cada instante, siempre con el corazón puesto en ello, sin miedos ni remordimientos. Y como vimos: ¡regresó! Intuyo que ese retorno de debió a que, diría Paulo Coelho, el universo conspiró a su favor.
Manzanilla trajo a colación el tema de la física cuántica. Dijo que esta ciencia comprueba que lo que uno piensa afecta la realidad, la materia. Y en seguida agregó para ejemplificar su dicho: “Lo que decimos también afecta la realidad que vivimos”. Vaya que éste es un tema harto complicado aunque fácil de definir si nos acogemos a las siguientes frases sacadas de alguno de los espacios mediáticos para mentes galácticas: “El modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos”. ¡Sopas! Y aquí me permito acotar: la receta habrá que pasársela a quienes fueron expulsados de la galaxia morenovallista.
Agregó el funcionario que “si somos respetuosos generamos un entorno adecuado, no sólo por lo que pensamos y decimos sino también por lo que hacemos”. Puntualizó que el patrón de conducta debe ser positivo y constructivo. Y dio un salto cuántico para  establecer que este gobierno tiene la posibilidad de ir transmitiendo valores; que los valores son las guías de la conducta, y que cuando esos valores se consolidan es posible construir una mejor vida para nosotros y en el colectivo para la comunidad.
Manzanilla puso punto final a su plática con los siguientes valores que debemos analizar en otra entrega: Colaboración, Conocimiento, Verdad, Generatividad y Efectividad. Pero le adelanto algo sobre el concepto Verdad: dijo el Secretario que se convierte en un buen negocio, en algo útil para la vida. Por eso, digo yo, hay que hablar con la verdad.
Twitter: @replicaalex